¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
El ensayo general de la Magna
El objetivo indiscreto
La Alameda, que como la ciudad toda ha conocido épocas buenas, malas y regulares, se ha convertido en las últimas décadas en la principal zona de ocio del centro y en lugar de residencia para un variopinto colectivo de profesionales jóvenes que representan la modernidad y las inquietudes culturales. Pero como el resto de Sevilla, la Alameda no escapa a la ola de suciedad que afea al conjunto urbano y que tiene en las pintadas que ocupan cualquier pared durante años y años uno de sus principales exponentes. Esta semana los vecinos y el grupo municipal de Ciudadanos han levantado la voz para expresar sus quejas por un problema que se eterniza. Como tantos otros en Sevilla.
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