José García-Tapial Y León

Atarazanas y caridad: problemas comunes

El autor reflexiona sobre la necesidad de actuar ya en la reparación y sustitución del viejo colector del monumento, en pleno acondicionamiento como Centro Cultural, como paso previo al arreglo de las grietas de la Caridad

Atarazanas y caridad: problemas comunes
Atarazanas y caridad: problemas comunes / D. S.

01 de junio 2024 - 05:00

En el principio estaba la muralla, alta, desafiante, sola en la suave vega del Río Grande, luego los almohades le añadieron la barbacana para hacerla aún más inexpugnable. El Rey Santo la respetó íntegramente y su hijo, el Sabio, la convirtió en la pared maestra de su mayor obra, al adosar a ellas las naves de sus Atarazanas. Olvidada ya su función fabril, e incluso su apoyo al Comercio de Indias, en 1641 se ocuparon cinco de sus naves (de la 8 a la 12) para albergar el Hospital de la Santa Caridad. Desde entonces sus historias han estado íntimamente ligadas. Aunque nunca tanto como ahora.

Es sabido que las Reales Atarazanas están sufriendo un proceso de transformación para su acondicionamiento como Centro Cultural. De entre todos sus trabajos, hay dos de ellos que me parecen de la mayor importancia histórica y arquitectónica: la identificación y restauración del recinto amurallado de la ciudad y la recuperación de la altura y escala original del astillero mediante la excavación de algunas de sus naves. Como indicaba anteriormente la muralla almohade es parte esencial del astillero, pero lo más interesante es que se ha conservado íntegramente, en el interior del edificio, en toda su altura, así como la totalidad de su antemuro, y el espacio intermedio entre ellos, la liza. En la imagen que acompaña estas líneas, tomada hace un año, cuando apenas estaba iniciada su recuperación, pero ya se apreciaba la monumentalidad y complejidad del recinto.

El proyecto aprobado prevé su restauración y puesta en valor para que sea admirada y, sobre todo, accesible a su interior por los visitantes. La otra actuación prevista, imprescindible para apreciar la primitiva escala y grandiosidad del monumento, es la excavación de los naves 6 y 7, contiguas al Hospital de la Caridad, lo que ha de permitir apreciar los pilares y arcos en sus dimensiones originales. Y aquí empiezan los problemas para uno y otro monumento.

En el verano de hace dos años un temor se extendió por Sevilla: las obras de las Atarazanas estaban dañando a la Caridad, produciendo numerosas grietas. En aquel momento se estaba ejecutando el muro de contención medianero con el Hospital. El 1 de junio se ordenó su inmediata paralización, quedando sin terminar este muro en su parte más cercana a la muralla. Se encargó a una empresa especializada una Campaña de Auscultación para determinar las causas de los daños. Campaña que se ha mantenido hasta este mismo año.

Ya en su informe de julio de 2022 dictaminó la circunstancia causante de los daños: "A principio de mes se ha detectado la existencia de un colector de 1,7 metros de alto por 0,7 de ancho que discurre en forma paralela a los edificios de la Caridad… El colector que se encuentra en uso como parte del saneamiento del Hospital de la Caridad… presenta un mal estado estructural…que no solo afecta a sus edificios, sino que también afecta a las obras de las Reales Atarazanas". Y continúa: "El colector presenta gran cantidad de patologías graves, fisuras y grietas, algunas de estas con aperturas de hasta 1 centímetro, pérdida del mortero de unión de las juntas de los ladrillos… ataque químico a la base de los hastiales, que permite que el agua circulante se infiltre en el terreno, lavándolo y provocando pérdida de cohesión y capacidad portante". Y concluye: "Esta situación hace inviable continuar la pantalla de pilotes y la siguiente excavación de las naves 6 y 7, hasta que no se repare y sustituya el actual colector y se consolide y sanee el entorno del mismo".

Repito, que se está transcribiendo frases textuales del informe de la empresa especializada EIS GUIA, de julio de 2022. Esto es, hace casi dos años que todos los responsables de ambos monumentos (Caridad, Caixa y, especialmente Junta de Andalucía) conocen el problema y la forma de resolverlo. ¿Qué se ha hecho en todo este tiempo?

Hasta el 28 de diciembre de 2023 no encuentro una noticia de Juan Parejo, en Diario de Sevilla con titular al respecto La Junta se hará cargo de la reparación de las grietas del Hospital de la Caridad. Para aclarar, más adelante que "ya ha aprobado el presupuesto y el proyecto para rehabilitar las más de 300 grietas aparecidas". Desde entonces no he encontrado aún noticia de que se hayan iniciado estas obras. Pero el paso del tiempo está agravando el problema.

Ya en su informe de febrero de 2023 la citada empresa consultora avisaba que "existe un nivel subfreático constante en el interior de las Atarazanas cuyo origen está relacionado con fugas de la red urbana y muy posiblemente con fugas de las infraestructuras del vecino Hospital de la caridad". O sea, del famoso y dañado colector.. Y añade: "Las cotas de este nivel oscilan estacionalmente con afecciones inmediatas en época de lluvias". Y las lluvias de los últimos meses han afectado negativamente a algunas zonas de las Atarazanas, en concreto el recinto amurallado, que ha resultado completamente inundado. He tenido acceso a algunas imágenes desoladoras que muestran el conjunto de muralla y barbacana totalmente anegado por aguas fecales con el riesgo que ello supone para su conservación. Lamento no poder reproducirlas aquí por la prohibición expresa de los responsables de la obra. Espero que ya se hayan evacuado las aguas y remediado sus efectos.

Pero volvamos a la interrogante anterior. ¿A qué se espera para reparar y sustituir el viejo y ruinoso colector? No es una obra especialmente compleja ni costosa. Hasta que éste no se elimine no se podrán iniciar los trabajos de reparación de las grietas de la Caridad. Y, del mismo modo, tampoco se podrá completar el fragmento del muro de contención que lleva paralizado casi dos años.

Su terminación es imprescindible para eliminar el peligro de nuevas filtraciones, lo que permitiría culminar la restauración del recinto amurallado, garantizando su libre acceso y disfrute por los sevillanos. Igualmente, tras desaparecer las dañinas filtraciones de agua, nada impediría la excavación de las naves 6 y 7 con lo que, al recuperarse el nivel original del astillero, este pueda apreciarse en toda su magnitud y proporción. Es impensable plantear siquiera que pueda inaugurarse el centro cultural sin la recuperación de estos dos ámbitos históricos y arquitectónicos más significativos y valiosos del monumento.

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