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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Atención integral al nativo

Se va a abrir un Centro de Atención Integral al Visitante. Deberían abrir otro de Atención Integral al Nativo

El delegado municipal de Turismo ha presentado el borrador del Plan de Acción Turística que pretende "mejorar la marca de ciudad en mercados exteriores" (y dale con la leche de reducir un país o una ciudad a una marca que se oferta en los mercados). Como comemos de lo que comemos, bien estará la cosa. Comer es lo primero, ¡qué se le va hacer! ¿O alguien cree que las desgraciadas que se exhibían desde San Martín hasta la Europa estaban allí, tan mayores algunas, por gusto o por vicio? No. Estaban allí por necesidad, como la igualmente vieja Sevilla -más vieja que antigua, dado el deterioro de su patrimonio y el maquillaje moderno que la desfigura- vive en gran parte de ofrecerse apoyá en el quicio de la mancebía turística.

Bien venido sea pues el turismo de masas a esta ciudad desregulada o mal regulada que se trata a ella misma -autoridades y ciudadanos- mucho peor de lo que la marabunta turística lo hace. El delegado de Turismo ha anunciado también que las acciones para captar turismo serán "más agresivas". ¡Cielos! Esa agresividad siempre acaba siendo bidireccional, dirigiéndose hacia el exterior para seducir a los futuros turistas pero también hacia el interior, hacia la propia Sevilla, para alojarlos, alimentarlos, cargarlos de recuerdos y sacarles bien los cuartos. Esto quiere decir más hoteles, más apartamentos turísticos, más bares, más heladerías, más restaurantes, más terrazas y más tiendas de baratijas. Lo que conlleva menos vecinos y menos comercios que les atiendan: menos vida.

El enorme parque cutre-temático que va de la Puerta de la Carne al Arenal y de la Puerta de Jerez al Salvador o la Encarnación es cada vez menos ciudad y más resort. Calles hay, como la Cuesta del Bacalao, Alemanes, Mateos Gago, Santa María la Blanca o la Avenida que son un bar, un hotel y un restaurante de una punta a otra. A los pocos vecinos que van quedando les meten en los buzones ofertas para que vendan sus pisos o los conviertan en apartamentos turísticos. Las restricciones del tráfico los estrangulan. El ruido de los turistas amazacotados en el exterior de los bares (los españoles los más ruidosos) los aturde. La peste a fritanga los atufa desde la media mañana hasta la media noche. Según el delegado de Turismo se va a abrir un Centro de Atención Integral al Visitante. Deberían abrir también un Centro de Atención Integral al Nativo (CAIN, mira por donde).

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