Autotune

Se dice que los calamitosos políticos que tenemos son mucho peores que el ciudadano medio, pero yo no estaría tan seguro

El autotune–quizá convendría recordarlo– es un procesador de audio que modifica a conveniencia la calidad del sonido, tanto de la voz como de los instrumentos. Hablando en plata, el autotune es un simulador que perfecciona cualquier sonido y convierte un error o una insuficiencia en un sonido aceptable. Como es sabido, la mayoría de músicos de nuestra época, y sobre todo los cantantes, usan el autotune para mejorar el timbre de la voz, por lo general pedestre o rudimentario. Gracias al autotune, un cantante mediocre puede parecer solvente, y uno solvente puede llegar a sonar como un virtuoso. Por ahí circulan vídeos en los que se puede oír la voz natural de un cantante cualquiera –fea, monótona, opaca– frente a la versión de esa misma voz cuando ha sido procesada por autotune (la voz suena fresca y modulada, incluso poderosa). Todo es truco, todo es tecnología, es decir, todo es una farsa, pero nos la creemos porque ni siquiera somos conscientes de que existe autotune. O si somos conscientes de que existe, preferimos creer que ese timo no afecta para nada a la voz de nuestros cantantes más admirados. Ellos cantan bien. Y el autotune sólo mejora lo que ya de por sí es bueno.

En política también existe el mismo fenómeno: el autotune ideológico lo modifica todo y nos hace aceptar cosas desagradables o incluso perjudiciales para nosotros, pero que interpretamos como una dulce melodía que halaga nuestros oídos. Se dice que los calamitosos políticos que tenemos –sobre todo en el gobierno central– son mucho peores que el ciudadano medio, pero yo no estaría tan seguro. Esos políticos lamentables –por lo general cínicos e ineptos y sectarios– son el destilado de un ciudadano –o ciudadana, ahí es imperativo desdoblar el género– que también es cínico e inepto y sectario. Por eso aceptamos encantados el autotune que nos hace creer que esos gobernantes irresponsables actúan por el bien de la población y no por su exclusivo beneficio personal. Por eso creemos que sus políticas son generosas y desinteresadas, cuando únicamente nos benefician a nosotros, sus votantes, si es que en realidad nos benefician (cosa que ni siquiera somos capaces de ver con claridad). Por eso creemos que están construyendo un país mejor, cuando en realidad lo están destruyendo. Y eso es autotune, amigos, autotune. Ni más ni menos.

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