LA última entrega de Repor, Barrio Utopía, retrató con hondura y rigor la labor social que se desarrolla en el barrio de San Ildefonso de Cornellá. Un lugar deprimido en donde la solidaridad va viento en popa. Un hermoso ejemplo. Los siguientes dígitos, 02:42.34, corresponden a la hora exacta en que este trabajo pudo llegar a nuestros hogares. Una hora ciertamente siniestra, al filo de las 3 de la madrugada. El dato es tan contundente que ilustra mejor que mil teorías cómo andan de revueltas las aguas en TVE. Los de arriba, los jefes, no se enteran, literalmente, de lo que tienen entre manos.

Repor merecería un mejor horario. Un prime time. O incluso un hueco en las tardes, donde fue emitido con motivo de unas jornadas de huelga logrando pasar del 10% de cuota de pantalla. Pero los responsables de la casa parece que están confundidos. Creen que Repor es un programa del Canal 24 Horas, que cuando llega a La 1 amortizado y que, por tanto, se puede emitir a las tantas. Pero no. Repor es un programa producido en Sant Cugat del Vallés por gente de la casa, con destino a La 1, con una vocación tan mayoritaria como pueden tener los de Comando actualidad.

Lo que resulta verdaderamente triste es que mientras programas como Repor se lanzan a las 02:42 de la madrugada, otros en horario muy visible como T con T degraden sus contenidos como lo han hecho esta semana, tras acortar su horario, quitándose las máscaras y mostrando su genuino ADN: el de la televisión basura que nunca se debiera haber colado en la televisión pública, Máster de Pantojismo incluido. Mientras tanto, el alto periodismo peleón y combativo de Repor se tira por el vertedero. Como tantas veces, el mundo al revés.

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