La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La Mina es una mina de felicidad en las tabernas de Sevilla
Si hay algo que nos ha enseñado la nueva política es que tiene menos de nueva que de marketing. Me decía un histórico del PP que "es marxismo puro". Pero de Groucho no de Karl. Con unos principios tan maleables y volátiles que no aguantan ni tres meses...
Es justo lo que han tardado PP y Cs en Andalucía en intercambiar el discurso: el 4 de diciembre era Juan Marín quien proponía concurrir a las próximas autonómicas en coalición con los populares; una suerte de Andalucía Suma. Inés Arrimadas solo tardó unas horas en desautorizarlo y, desde San Telmo, miraban con desdén la operación cuestionando la utilidad de un partido en caída libre. ¿Para qué sumar si no suman? ¿Era un proyecto de partido o un proyecto personal?
Este domingo, Juanma Moreno ha sorprendido en una entrevista de prensa apropiándose del relato del vicepresidente: "PP y Cs deben sopesar una alianza electoral, sin opas ni presiones". Y, paradójicamente, lo que ahora ha desatado es un firme rechazo desde la bancada naranja. Orquestado y unánime. Las declaraciones de Marín y Arrimadas no han podido ser más uniformes; puro argumentario.
¿Qué ha ocurrido entre medias? Lo voy a simplificar con una foto y una encuesta. La imagen es la de la consejera Rocío Ruiz llamada por la líder de Cs a participar en un encuentro nacional sobre Mujeres y líderes en las instituciones. La política onubense hace tiempo que suena como posible rival de Juan Marín y lleva una semana in crescendo: demasiado cerca del núcleo duro del partido en Madrid y cada vez más lejos de su presidente. Sus declaraciones de ayer son pura munición: cuando a Juan Marín todos lo ven dentro del PP -¡lo que daría por seguir de partner de Bendodo hasta la jubilación sin necesidad de pasar por las urnas!-, Rocío Ruiz advierte que Andalucía necesita "un gobierno moderado, de centro y muy progresista" dejando la puerta abierta a la izquierda. A volver a pactar con el PSOE.
No solo Vox ha alarmado al PP andaluz. Por primera vez desde su asalto a San Telmo el tracking que ahora mismo maneja "el cherif Bendodo" pone cifras al hundimiento de vértigo de Cs -de 21 diputados a 4 sin representación en toda Andalucía oriental- y al auge de la ultraderecha -relegaría al PP a tercera fuerza "en tres o cuatro provincias"-. Por primera vez, en San Telmo no salen las cuentas. Hace dos años se alinearon los astros para que el PP gobernara y en 2022 podría ocurrir justo lo contrario. No es que estén nerviosos, me dicen, "están acojonados".
También te puede interesar
Lo último