Competir y revalorizar; defender y atacar

CONVIVEN o deberían convivir en el fútbol verbos a los que cada cual coloca en un puesto en su rango de prioridades. La virtud estará en la buena confluencia de todos ellos, aunque algunos nunca pueden saltar por encima de otros. En el Sevilla lleva tiempo ocurriendo y ha sido el germen de muchos batacazos. Lo hicieron los encargados de la planificación en su parcela y los que tienen que entrenar con sus decisiones cuando reparten petos durante la semana y analizan los partidos en el área técnica.

En el Sevilla no se ha tenido claro si era más importante revalorizar o competir. O sí. Apostar incluso a golpe de talonario por futbolistas jóvenes, que en una temporada podían triplicar o cuadruplicar su cotización, ha sido una prioridad casi enfermiza. A veces ha salido bien pero pagando un precio peligroso en la clasificación, que ahora hace coincidir al que menos puntos tiene con el que más baja edad promedia. El verano sirvió para que Monchi tuviera la oportunidad de limpiar su reputación e ilusionó tanto que en un mes subió del infierno a los altares con una mezcla de jugadores contrastados pero jóvenes junto a internacionalitos prestos para esa rampa de lanzamiento con padrino -el que elige quién sí y quién no- con el que sueña cualquier canterano.

Cualquier seguidor de la red social de moda, Twitter, puede comprobar que un servidor se extrañaba de tal ilusión, que achacaba a la novelería sevillana con respecto a su gusto por las caras nuevas. La planificación tuvo más salud que otros años, pero no se escapó de decisiones tomadas al tuntún, como no tener preparador físico un día antes de la pretemporada o no dar el paso con las ideas que había previstas para la portería.

Con Monchi con su mandil limpio y sin Orta para recibir tortas, Emery debe dar con la tecla con la pistola en el pecho. Pero jamás lo hará atacando con 7 jugadores y defendiendo con 3 (dos centrales y un pivote). Los verbos deben tener un orden y un equilibrio. Competir y revalorizar; defender y atacar.