Puntadas con hilo

María José Guzmán

mjguzman@grupojoly.com

Espadas, viajes y otros escándalos

Decir que el alcalde va a Nueva York más que al Cerro es una catetada, lo demuestran los datos

Veinte viajes al extranjero en tres años y medio. ¿Es mucho o poco? Depende de quien viaje, claro. Pero si a quien nos referimos es el alcalde de una de las cuatro ciudades mayores de España el promedio puede resultar incluso justito.

Algunos datos más para poder debatir con base: las salidas al exterior del alcalde Juan Espadas se encuadran en la estrategia de promoción internacional que Sevilla está desplegando desde 2016. De hecho, se justifican con la asistencia a ferias de turismo, como la ITB de Berlín, a la que fue en 2016, 2017 y 2019, entre otras citas destacadas de este sector; reuniones de trabajo de redes a las que la capital pertenece, como las ciudades Magallanes; ponencias y cumbres de gobiernos locales y encuentros con autoridades europeas y de la ONU. El año pasado voló a Estambul para recoger un premio otorgado a la ciudad. ¡Ah! Y Suiza: ese año se fue también a Basilea para apoyar institucionalmente al Sevilla FC en la final de la Liga Europa que ganó al Liverpool.

Si se abre un poco más la mano, desde enero de 2016 a julio de 2019, Espadas ha salido de la provincia de Sevilla en 68 ocasiones, 48 de ellas a ciudades como Madrid, Barcelona, Gijón, Soria, Tenerife, Córdoba, Valencia Ciudad Real, San Sebastián, Granada, Santander y Sanlúcar de Barrameda. ¿A cuénto de qué? A propósito de reuniones con ministros, asambleas de la Red de Ciudades AVE, reuniones con el cuerpo diplomático, firma de convenios o participación en jornadas sobre municipalismo, entre otros asuntos.

Lo que viene siendo la labor de un alcalde de una gran ciudad que, no es casualidad, en los últimos cuatro años ha trabajado para potenciar y mejorar su marca con acierto. Eso que Espadas repite tanto de resituar a Sevilla en el mapa requiere de coger algunos aviones y pernoctar alguna noche fuera, como mucho tres o cuatro cuando ha cruzado el charco para ir a Nueva York o San Francisco, donde aprovechó una promoción turística del Año Murillo para visitar Google, o cuando se ha desplazado a Turquía o Argentina.

Vaya paliza, pensarán algunos. Otros, como los concejales del PP, llevan cuatro meses que no viven reclamando por todas las vías posibles al gobierno que, en un ejercicio de transparencia, informe de todas las salidas de Espadas. Incluso las que ha hecho de manera privada con su familia. ¿Cuál es el propósito?

Decir, como hace Beltrán Pérez y los suyos, que el alcalde va más a Nueva York que al Cerro del Águila es, simplemente, una catetada en boca de quienes aspiran a gobernar una gran ciudad, de nuevo. Porque éste no es el único alcalde que viaja. A algún concejal popular, estando en el gobierno, llegaron a apodar Willy Fog.

Viajar es sano, lo obligatorio y lo que hay que fiscalizar son las facturas y basta con echar un ojo a los gastos entregados la semana pasada por el gobierno al PP para corroborar que a Espadas, es cierto, le gusta gastar poco. Notas de gastos de manuntención de nueve euros en un viaje de dos días a Berlín. La más alta por este concepto no supera los 412 euros y corresponde al viaje más largo (cuatro días en Los Ángeles y San Francisco). Sólo ha pasado factura de hotel en 12 ocasiones y el gasto de desplazamiento más elevado es un billete de ida y vuelta a Nantes, vía Madrid, por 500 euros.

El PP sigue sin estar conforme, dice que falta trasparencia y conocer los viajes desde el pasado agosto a hoy. Y sigue enviando escritos. ¿Qué busca? ¿Algún escándalo? A la vista de los datos, negar que Espadas viaje alimenta una Sevilla ombliguista. Y eso es lo más criticable.

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