Con cuarenta y ocho horas más de descanso aguarda el Rayo Vallecano al Real Betis Balompié y recibe el Sevilla al Getafe dentro de un domingo lleno de atractivo y también de inquietudes. Esto último lo padece el Sevilla, que vuelve a comparecer ante su gente tras dos meses, justamente desde aquel frustrante choque con la Real Sociedad de tan infausto recuerdo. Por su parte, el Betis acude a Vallecas con la intención de enderezar la ruta.

Todo se anuncia en el día después de saberse cómo serán los octavos de final de la Copa del Rey. Y el sorteo no ha sido muy desagradable para los dos, pues ambos emparejamientos pudieron ser mucho peores. Ir a Vitoria en enero no es plato de gusto, pero bien pudo encontrar el Sevilla una pareja de baile más fea. El Betis recibe a Osasuna, un equipo que está haciendo muy buena campaña, pero jugar de local es algo que se le está dando muy bien a los de Pellegrini.

Claro que tiempo habrá de ocuparse de la Copa y lo primero es lo primero. Eso es la Liga y esta tarde, uno cuando acabe el otro, se anuncian los dos compromisos. El Betis tiene por delante seguir o no seguir en zona continental y lo hace ante un Rayo que viene de caer eliminado de Copa en El Molinón. Por cierto que también el rival del Sevilla, el Getafe, cayó en dieciseisavos de final en el Ciudad de Valencia, por lo que ambos rivales tienen heridas que cicatrizar.

Sólo dos puntos es la distancia que separa al Rayo del Betis mientras que en cinco aventajan los de Quique Flores a los de Sampaoli. Situaciones bien distintas, ya que el triunfo del Cádiz en Valencia ha abierto una brecha que el Sevilla está obligado a cauterizar por vía de urgencia. No puede el equipo blanco continuar más tiempo en esas arenas movedizas que ganan en peligrosidad según avanza el campeonato. Tarde que combina la importancia con el drama, sin duda.