LA Bolsa española cayó ayer un 0,48% pero salvó los 8.500 puntos en una jornada marcada por el bajo volumen de negociación, en la que los inversores optaron por una modesta recogida de beneficios. Con la prima de riesgo al alza, en 286 puntos básicos, el principal selectivo de la Bolsa, el Íbex 35, perdió 41 enteros, hasta los 8.503,80.

La sesión bursátil en Europa estuvo marcada por el cierre por festivo del parqué londinense, el principal del Viejo Continente. Así las cosas, todos las Bolsas cerraron en rojo: Fráncfort perdió un 0,14%; París, un 0,18%, y Milán un 0,35%.

En España, el repunte del rendimiento del bono español, que se resiste a bajar del 4%, y la consecuente subida de la prima de riesgo, fue el factor que más pesó sobre el Íbex 35. La cifra del paro registrado en los servicios de empleo, único dato macroeconómico nacional destacable, no sirvió para impulsar al selectivo, pese a que en abril el número de desempleados descendió en 46.050, hasta los 4,98 millones.

Por otra parte, se publicó el PMI del sector servicios y la cifra de ventas minoristas en la Eurozona, datos que tampoco fueron positivos para los selectivos. El índice de servicios elaborado por Markit reveló el declive del sector servicios en España -cayó al 44,4 frente al 45,3 de marzo-, en tanto que las ventas minoristas también se redujeron en marzo, un 0,1% en la Eurozona y un 0,2% en el conjunto de la UE.

La apertura dubitativa en Wall Street incrementó la caída del Íbex que, no obstante, logró salvar la cota de los 8.500 puntos. La recogida de beneficios repercutió sobre los grandes valores. Inditex bajó un 0,58%; Santander, un 0,68%; Telefónica, un 0,53%; BBVA, un 1,17%; Iberdrola, un 0,36%; y Repsol, un 0,30%. La constructora OHL se apuntó la mayor subida, del 3,08%, en tanto que Sacyr Vallehermoso fue la segunda (1,88%). Las peores del Íbex fueron IAG y Jazztel, que se dejaron un 1,69 % y un 1,64 %, respectivamente.