La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Llegó otoño con su olor a naftalina

Coincidiendo con el rentable puente del Pilar, el otoño se hizo realidad y ya habita entre nosotros, que aunque todavía pueda venir algún coletazo estival, lo lógico es que haya venido para quedarse. Afortunadamente, ese huracán con nombre tan de mujer como Leslie decidió cambiar de rumbo y en vez de entrar por el Algarve lo hizo por Castilla la Vieja. Mejor así, que eso de tifones, huracanes, gotas más o menos frías, demás parientes y afectos dan mucho yuyu. Algún aguacero que otro como tarjeta de visita otoñal y punto; bueno, punto y goteras en el recién estrenado centro comercial de la Torre Pelli, que vaya estreno. Tanto se alargaba el verano que alguien lo bautizó como Veroño porque parecía una mezcla de ambas estaciones. Y la prueba de que el otoño ya ha llegado es el olor a naftalina que ha sustituido al insoportable a estiércol del día del Pilar. Bienvenido.

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