LE ha costado, pero Carmen Chacón finalmente ha dado un paso adelante y anuncia que está dispuesta a encabezar la lista del PSC en Barcelona para el Congreso de los Diputados.

Le presionaban desde hacía tiempo personas de su partido y de fuera del PSOE, pero la ex ministra de Defensa no estaba muy por la labor. Le entusiasma su trabajo actual en una Universidad de Estados Unidos donde pasa una semana al mes, actividad que le permite sentirse más libre de compromisos con el PSOE a pesar de ser miembro de su ejecutiva. Por otra parte, no comparte la ambigüedad del PSC respecto a la independencia catalana y el referéndum ilegal.

Chacón ha cambiado mucho. Su paso por el Ministerio de Defensa y su año en Estados Unidos la han convertido en una mujer más madura, que da importancia a valores que no siempre son prioritarios para dirigentes de su partido. La noticia de que encabezará la lista del PSC es de enorme relevancia en estos días de convulsión interna en el PSOE. Porque hay convulsión interna, aunque Pedro Sánchez actúa como si pensara que mirando hacia otro lado desaparecen las nubes. Sus acuerdos con Podemos no convencen a un sector relevante de su partido, tampoco a un porcentaje alto de sus votantes, y personas con la trayectoria de Chacón, que conocen bien el PSOE y aún mejor la historia reciente, temen que ese pacto pueda suponer el acta de defunción de un PSOE que quedaría "tragado" por Podemos. Por otra parte, no aceptan algunas de las propuestas de Podemos, que hace bandera de su escaso respeto por las leyes y por la Constitución.

En ese panorama de preocupación máxima que se vive en el PSOE, el pacto de Susana Díaz con Ciudadanos es una china en el zapato de Pedro Sánchez, pero lo es también que Chacón haya dado marcha atrás en su idea inicial y vaya a ser diputada nacional en la próxima legislatura. Ha advertido que no piensa presentarse a las primarias pero… ¿qué hará si se cumple lo que temen los agoreros y el pacto con Podemos pasa factura a Sánchez? Es evidente que, en ese caso, dos mujeres, Díaz y Chacón, centrarán la atención de la militancia. Sobre todo de los socialistas que estos días no ocultan su incomodidad por la trayectoria extremista que ha adoptado Sánchez.

El secretario general está muy seguro de que va a ser el próximo presidente de gobierno. Que ande con ojo. No es eso lo que dicen los sondeos realizados tras sus pactos con Podemos.