EN noviembre terminaron las grabaciones de Los misterios de Laura. Pero lo cierto es que el estreno de los nuevos capítulos coincidió, en día y hora, los lunes por la noche, con los de la otra serie en la que María Pujalte ejerce de protagonista, Los Quién. María Pujalte es una comediante de raza. Últimamente se la ha etiquetado como la nueva Laly Soldevila, aquella actriz omnipresente en el cine español de otra época. Pero María Pujalte posee numerosos registros, aunque su vis cómica, esa tan difícil de dominar, sea incontestable. Quienes tuviesen la ocasión de ver a María protagonizando la función de Tom Stoppard Realidad en el María Guerrero (junto a Javier Cámara, que también le acompaña en Los Quién) sabrán a qué me refiero.

María Pujalte es una de las grandes actrices de su generación. La casualidad hizo que una película, A mi madre le gustan las mujeres, la uniese con Silvia Abascal y Leonor Watling. Las tres hacían de hijas de Rosa María Sardá, y en cierto modo en esta película de Inés París y Daniela Fejerman parece que la veterana les pasó un simbólico testigo. Fue la materialización de un relevo generacional que ellas, cada una por su cuenta, han sabido rentabilizar.

Así, María Pujalte supo pasar con naturalidad de un medio a otro, sin fisuras. De Periodistas y Siete vidas en televisión, a funciones como Las cuñadas, y a eficacísimos personajes cinematográficos. De todos ellos, me quedo con el que compuso para En la ciudad, la película más urbanita de Cesc Gay. Sería el título que elegiría para homenajear a Pujalte, la actriz de moda y que hace un curioso doblete en las noches de los lunes. Siempre hay oportunidad para desdoblarse y ver cada serie, y a cada María, por separado.

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