Sánchez viaja al centro

Su objetivo es mantenerse en el Gobierno, y situarse en la extrema izquierda ya no conviene

08 de febrero 2022 - 20:49

Pedro Sánchez ha iniciado un viaje al centrismo. Para disgusto y preocupación de sus socios independentistas y blanqueadores de ex terroristas, para preocupación de Podemos y de Yolanda Díaz, y para preocupación de miembros de los numerosos grupos mixtos que pululan por Congreso y Senado. Y también de Pablo Casado, al que se le puede acabar su discurso contra un Sánchez izquierdista radical.

Habrá quien se sorprenda del entusiasmo del presidente hacia la moderación, pero eso es no conocerlo. Sánchez cambia de criterio según le va, y si en su momento abominó de Podemos para no perder votantes, y la misma noche electoral descolgó el teléfono para negociar ministerios con Pablo Iglesias, hoy interesa luchar contra los sondeos que lo ven fuera del Gobierno.

Daba a Inés Arrimadas hasta en el carné de identidad y ahora la considera la política más deseada para ensayar futuras alianzas. Aunque eso suponga perder el afecto del PNV, con menos escaños que Ciudadanos y más exigente en dádivas de lo que nunca serán Arrimadas y Bal; y perder el afecto de los independentistas de ERC, que ya han sacado a Sánchez todo lo que podían, dinero e indultos. Incluso ha abierto los brazos a UPN, herida importante para el PP.

Pedro Sánchez se prepara para su proyección como hombre de Estado. Importantísimo de cara a Bruselas pero sobre todo importantísimo respecto a las elecciones generales que se celebrarán cuando a él le convenga.

La figura de Sánchez ha quedado muy devaluada en el plano internacional, pero este 2022 va a recibir un espaldarazo si no mete la pata en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid el próximo junio, en la que Biden ya no podrá hurtarle el cordial saludo y la cordial conversación. Será además anfitrión de Macron, Trudeau, Draghi y Scholz entre otros. Y de Boris Johnson si no lo han echado antes. Todo un empujón para la imagen de Sánchez, que un año más tarde ostentará la Presidencia de turno de la Unión Europea, seis meses de protagonismo indiscutible. Tanto, que quiere celebrar las elecciones en enero del 24, para no perder ni un día de su situación privilegiada. Alega que no se puede contaminar la presidencia europea con una campaña electoral. ¿Y Macron? Es el actual presidente de turno … y candidato en las presidenciales francesas del mes de abril.

Que no nos venga Pedro Sánchez con cuentos. Su objetivo es mantenerse en el gobierno, y situarse en la extrema izquierda ya no conviene. Mejor asentarse bien firme en el centro.

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