Editorial

Sevilla pierde peso en los Presupuestos

EL reparto de la tarta presupuestaria para 2011 que ayer oficializó el Gobierno al presentar el Presupuesto del Estado para el próximo año, probablemente una de las decisiones de mayor calado político para cualquier gobernante, no deja lugar a dudas. Sevilla sale, nuevamente, perdiendo. Se le podrán poner todos los paños calientes que se quiera a esta evidencia, pero los números no engañan. La provincia, que viene sufriendo desde hace algo más de una década un déficit de inversión estatal más que notable (2.173 millones de euros), vuelve a perder peso político en la pugna por la distribución de los fondos estatales. En concreto: para el próximo año se consignan 435 millones de euros que suponen un 34% menos de los 663 millones asignados en 2010. Este importante descenso tiene una repercusión más o menos similar si las cifras oficiales se analizan por habitante. Evidentemente, el tijeretazo, que todo el mundo esperaba dado el contexto económico y político, podía haber sido mucho más cruento. Pero esta circunstancia, en todo caso, no le quita importancia al hecho de fondo: la provincia, a pesar de su peso demográfico y de la sintonía política existente entre el Gobierno central, el regional y la mayoría de los ayuntamientos, no logra romper la tendencia histórica que viene produciéndose prácticamente desde la celebración de la Exposición Universal de 1992. La mayoría de los proyectos que han conseguido entrar en los presupuestos están relacionados con el transporte público y las infraestructuras básicas, entre ellas el Puerto, uno de los escasos pulmones económicos con los que cuenta la ciudad para generar actividad. La priorización de estas inversiones va en la línea correcta, pero resulta a todas luces insuficiente para un proyecto de desarrollo en clave metropolitana, que es el único camino que queda para salir de su actual situación. No es tanto la necesidad de invertir en otras cosas lo que se discute, sino el escaso entusiasmo de la Administración central con las expectativas sociales y económicas de la que es la cuarta aglomeración urbana de España. Sevilla, sencillamente, no está bien tratada.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios