TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Elecciones Municipales 2019

Susana Serrano

Candidata de Adelante Sevilla a la Alcaldía

Sevilla puede mirar al futuro

En estos últimos cuatro años algunas de las ciudades más importantes de nuestro país han vivido una transformación inaudita. Los Ayuntamientos del Cambio han sido las instituciones que más han mejorado la vida de la gente. Es una realidad que ya se ha palpado en ciudades como Cádiz, Madrid o Barcelona.

Existe una nueva manera de hacer política, un nuevo municipalismo que pone la vida en el centro. Ciudades de los cuidados, que hacen frente a la deshumanización, encarnando un nuevo modelo de economía, de urbanismo y de gestión de lo público. Un modelo más justo y eficiente.

Dos ejemplos. La Barcelona de Ada Colau destina el 30% de la obra de nueva construcción y de las grandes rehabilitaciones a viviendas sociales. La medida permitirá que el parque de vivienda social aumente en más de 300 pisos cada año. Por otro lado, Eléctrica de Cádiz, la comercializadora de electricidad cuyo socio principal es el Ayuntamiento, se nutre de energía 100% renovable mientras garantiza que no se corten los suministros a las familias más humildes.

Las ciudades del cambio no sólo amplían derechos y libertades, sino que gestionan mejor lo común, siendo capaces de reducir la astronómica deuda que crearon quiénes les precedieron. Y mientras ese cambio tiene lugar, ¿qué está pasando en Sevilla?

Los Ayuntamientos del Cambio han sido los que más han mejorado la vida de la gente

La realidad es que nuestra ciudad está, como mínimo, estancada. 7 de los 15 barrios más pobres de toda España se ubican en Sevilla. Un 40% de nuestra población está, según cifras oficiales, en riesgo de pobreza. Cada día se producen tres desahucios, mientras más de 20.000 viviendas permanecen vacías, entre ellas hasta 700 de titularidad pública.

Existen tres veces más pisos turísticos que viviendas sociales. Más de 70.000 personas se encuentran en situación de desempleo, de las cuáles un 63% son mujeres. Además, un 60% de las personas que sí tienen un empleo no son siquiera mileuristas. Y frente a la ciudad estancada de Juan Espadas, que confirma la crisis de un modelo de ciudad que comparte con el PP, las familias, las mujeres, los mayores y la juventud de nuestra ciudad es capaz de echarse todos sus problemas a la espalda y seguir luchando para que nuestra Sevilla avance.

Un 15 de mayo de 2011 aprendimos que, si no haces política, otros la harán por ti. Como también, al hilo de cada 8 de marzo, estos años hemos aprendido que una sociedad más justa solo es posible si nos movilizamos para conseguirlo. El movimiento feminista y la lucha contra el cambio climático configuran un nuevo paradigma, pues comparten como principio básico la sostenibilidad de la vida.

Unidas, ambas luchas suponen la única alternativa a un sistema agotado y obsoleto que se parapeta en políticas reaccionarias que parasitan lo común. Nosotras creemos en un nuevo paradigma de esperanza.

En Adelante Sevilla convergemos quienes queremos una ciudad más próspera, más habitable, una ciudad que cuide a sus vecinos y vecinas. Una ciudad feminista. Una ciudad ecológica. Una ciudad del siglo XXI.

El nuestro es un proyecto común conformado por hasta siete organizaciones políticas, así como numerosos colectivos y personas que participan a título personal. Lo hemos querido poner muy fácil para el próximo 26 de mayo. Hemos sabido escuchar. Hemos superado las pequeñeces que dividen y las hemos sustituido por las grandezas que unen.

Corren tiempos oscuros y los fantasmas del pasado, que creíamos enterrados por siempre jamás, parecen resucitar. Y quiénes creemos en una Sevilla más justa, en una Sevilla que avanza sin dejar a nadie atrás, tenemos la obligación de no ceder al desaliento. Sólo tras las tormentas más voraces se puede contemplar el horizonte claro y el cielo infinito.

Por ello, y porque estamos convencidas de que hay una mayoría de sevillanos y sevillanas que quieren mirar hacia adelante, salimos a ganar estas próximas elecciones municipales. Porque Sevilla no puede quedarse atrás. Porque Sevilla puede mirar al futuro.

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