Brindis al sol
Alberto González Troyano
Vieja y sabia
Estamos pasando el ecuador de este mayo florido y en vías de ser hermoso con la sensación de que podemos alcanzar la tierra prometida. De llegar a la orilla donde renace el bienestar para que este tiempo de pandemia y crujir de dientes sea como una mala pesadilla, un sueño tenebroso del que sólo quede el olvido y la enseñanza de que bajar la guardia suele conllevar un cúmulo de malas experiencias. Hoy, tercer sábado del mes de María, siguen, sin embargo, vedadas las procesiones que poblaban nuestras calles en tiempos de normalidad normal. Tercer sábado de mayo y los mercurios se vienen arriba, revolotean las pajarillas y vamos a tener la fiesta en paz, no vaya a ser que nuevamente se aproveche el bichito cabrón del exceso de confianza que tantos réditos le proporcionó. Tercer sábado de mayo, la gente aprovecha las calores y vamos a rezar, a ver qué pasa.
También te puede interesar