La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez aguanta más que el telexto
SUPERGIRL fue uno de los fracasos cinematográficos ochenteros más estrepitosos y olvidables. Demi Moore estuvo a punto de encarnar a la heroína, lo que le habría llevado a un adelantado desastre y ante tal fiasco habría dejado de ser uno de los iconos sexuales de los 90. La kryptoniana estuvo a cargo de Helen Slater, madre extraterrestre de Clark Kent en la infantiloide Smallville.
Eso de poner de nuevo minifalda a Superman estaba rondando a Hollywood desde hace años y la cadena norteamericana CBS ha encargado una temporada de la prima de Kent, Kara Danvers, un personaje errático de la DC que vuelve así a convertirse en carne, curvas y hueso. Aunque Supergirl no se estrena hasta otoño el capítulo piloto ya ha sido pirateado por todo lo alto. Un episodio que presenta a la superheroína, que es más justiciera que sexy, más pava que leona, en un despliegue sencillo de los personajes, mundo paralelo al Superman de las sesiones juveniles, y con minutos de engorro para enseñarnos quién es esa chica. La nueva protagonista es Melissa Benoist, de elenco de Glee, y la han elegido porque mantiene ese carácter casi adolescente para una kryptoniana aventurera, sin devaneos filosóficos. Un relato de girl buena y noble dispuesta a ayudar al mundo mientras sus paisanos del planeta y la policía no vengan a ponerle zancadillas.
Los superhéroes de la tele, bien lo sabe la cadena CW, no se andan con existencialismos. Son series que se comen con palomitas, porque los superpoderes sólo con depresión no dan para mucho. Y tal vez ni avanzando el piloto pirateado Supergirl va a tener futuro. Tiene toda la pinta de pegarse un buen tortazo.
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