Punto de vista

josé Ramón / del Río

Viajando por España

QUE te conviden a una boda que se celebra fuera del lugar en que vives puede tener algunos inconvenientes, pero para mí tiene una ventaja considerable, porque me lleva a viajar algún sitio al que difícilmente hubiere acudido si no es para corresponder al cariño del pariente que te invita o a la amistad que te demuestra el amigo que te convoca. Porque a Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, por citar sólo a las más notorias ciudades españolas, va cualquiera. Pero dígame usted si no es por una boda (salvo que sea la de uno) se le ocurre desplazarse a Menorca, Pontevedra, León o Segovia, que son los lugares que he visitado últimamente, por razones de invitaciones de boda. Conozco prácticamente toda la península e islas adyacentes, pero si algún amigo que lee estas líneas duda en invitarme por la lejanía del lugar donde se va a celebrar, que no vacile, ya que asistiré encantado porque ello me dará ocasión, además de reforzar nuestra amistad, de seguir conociendo esa maravilla que es España.

Explicado esto, y sin más preámbulo, diré que he estado en Segovia, que no está, precisamente, en el fin del mundo, pero que por su cercanía a Madrid parece que la capital del reino se queda con todos los visitantes. Y Segovia tiene mucho que ver y admirar. Situada al pie de la Sierra de Guadarrama, entre los ríos Eresma y Clamores, se vanagloria de su acueducto romano, que asombra como demostración de la fortaleza e inteligencia de los hombres que lo construyeron; la catedral gótica, con esculturas de los imagineros Juan de Juni y Gregorio Fernández y el Alcázar, del que salió Isabel la Católica, para ser proclamada reina. Un sevillano, Antonio Machado, escribió de él: "Otoño con dos ríos ha dorado// el cerco del gigante centinela// de piedra y luz, prodigio torreado// que en azul sin mancha se modela".

Camino de Segovia, y aunque no está en su camino, pero sí en la Ruta de la Plata, no ya para acudir una boda, sino por razones de amistad, estuve en Extremadura que es una tierra que admiro porque en ella nacieron Pizarro y Cortés, que tanta gloria dieron a España. Ahora estoy leyendo la crónica de Bernal Díaz del Castillo, que narra la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, que él conoció de primera mano, porque acompañó en la aventura a Hernán Cortés.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios