La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez entra en los templos cuando quiere
Inmersos en la ola de novelería que nos invade hay que destacar un modismo navideño que arraigó para los restos. Se trata del uso y abuso de cantarle a la Navidad según Jerez, Jerez de la Frontera como gustan recalcar los más fundamentalistas del lugar. Y ha arraigado tanto este asunto de la zambomba, que muchos lo llaman zambombá y que es como si quisieran darnos con el popular instrumento navideño en la cresta, digo que ha arraigado tanto que hasta en Triana se organizan estos festejos bajo ese nombre jerezano; en Triana, donde la Navidad se celebraba con su sello, sin necesidad de importaciones. Y al cabo, lo que se importa es sólo el apelativo para la celebración de la Navidad flamenca de toda la vida. El resto, lo mismo en Jerez que en la Cava, es cantarle al Niño Dios por tangos o por bulerías, por cualquier palo festero haya o no haya zambomba por medio.
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