SI hay una inversión en infraestructura que Andalucía considera estratégica y reclama recurrentemente al Gobierno de la nación, ésa es la que mejore el trazado ferroviario entre Algeciras y Bobadilla. Basta recordar que en el año de gobierno que lleva la presidenta de la Junta de Andalucía en el cargo, Susana Díaz no ha perdido ocasión de pedir que se financie con equidad y a tiempo para cumplir con las priorizaciones que ha hecho la Comisión Europea. Ciertamente la mejora del trazado y electrificación de este tramo ferroviario es el único en España que tiene doble prioridad: la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T) la considera cabecera de dos de sus corredores, el Mediterráneo y el Atlántico. Por ello, dos reglamentos comunitarios -de obligado cumplimiento para España- prevén que se hagan las inversiones necesarias para que la mejora y electrificación estén en servicio en 2020. Esta línea es vital para comunicar al primer puerto de España, el de la Bahía de Algeciras, y al polo industrial andaluz que más empleo crea. No es un capricho. Al contrario, porque un ferrocarril competitivo de Algeciras a Bobadilla es la pieza que falta para que la red logística andaluza explote todo su potencial, con especial incidencia en Antequera, Córdoba, Granada y Sevilla, amén de la provincia gaditana, tanto en el Campo de Gibraltar como en la Bahía de Cádiz. La pujanza del puerto algecireño existe pese a este cuello de botella, lo que da idea de cuánto crecería sin esa cortapisa el tráfico y la industria logística andaluza. Frente esa realidad de cuán necesaria y fructífera sería esa inversión, de menos de 1.500 millones de euros, el Gobierno de España, en la presente legislatura, la ningunea y potencia claramente las que afectan a los principales puertos competidores de Algeciras: Barcelona y, sobre todo, Valencia. Los Presupuestos Generales del Estado para 2015 vienen a confirmarlo lamentablemente. El Ejecutivo del PP elimina de la programación plurianual los escasos 50 millones de euros que consignó para 2014 -de los que no ha invertido nada- y los traslada a 2015 sin aumentar ni un céntimo de euro. Al contrario que en el Levante, donde se mantienen las fuertes inversiones de 2014 y se sigue apostando con nuevas partidas en Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña. Y para rematar este agravio inaceptable, lo duplica al obligar a la Autoridad Portuaria de Algeciras a financiar un ferrocarril que no es de acceso inmediato al puerto. No sólo no da fondos suficientes a Andalucía, sino que se obliga al puerto más importante de España a comprometer su futuro por no cumplir el Gobierno con lo que exige la Unión Europea. La Junta ha instado al Gobierno a rectificar y, si no lo hace, lo denunciará ante el Tribunal de Justicia de la UE. Acierta el bipartito. Basta de agravio.

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