Con el alborozo que se nos metió en las entrañas el viernes y que ahí permanece, con el recuerdo imborrable del toreo eterno y tras el paso de la firma a la Feria con los fuegos de artificio, hoy es día de exámenes. Hoy amanece el día del año que más trabajo le depara a los múltiples jurados que dictaminarán quién destacó más en las tardes de corrida en el primer templo del toreo. Y es que cuando todo indicaba que la cosa se dilucidaría en un pulso entre El Juli y Roca Rey más el excelso capote de Morante irrumpió en escena Pablo Aguado para poner el toreo bocabajo. Un aluvión de premios va a caerle a este sevillano que reventó la Feria con dos toros de Borja Domecq. Premio al triunfador, a la mejor faena y hasta puede pelear con Morante por el toreo de capa. Ya no es Lunes de Resaca, sino lunes de premios, de premios que sobreviven a pesar de las presiones externas.