La ciudad y los días

carlos / colón

No es tu cuerpo

UNA gamberra con las tetas fuera y las bragas teñidas de rojo interrumpió el debate en el Senado, hasta que los esforzados ujieres tuvieron que darse el mal rato de echarla, porque la derecha española iba a aprobar una reforma de la ley del aborto absolutamente intolerable, que atentaba con la libertad y la dignidad de la mujer, que restringía esa concepción del aborto como derecho que le debemos al PSOE. ¡Que las menores de edad no puedan abortar sin el consentimiento de sus padres! ¡Habrase visto mayor alarde de machismo, más flagrante desprecio a la mujer y más cruel afrenta a la menores de edad!

La gamberra de Femen gritaba "¡libertad para abortar!". Una libertad que por lo visto sólo se le reconoce a la mujer, no al varón que ha engendrado el embrión o el feto que se va a matar; y al que lógicamente se le exigirán responsabilidades (hasta después de muerto: las pruebas de ADN obtenidas de cadáveres para resolver herencias) en el caso de que la gestante decida tenerlo. Los futuros padres no tienen nada que decir, por lo visto, sobre la vida o la muerte del embrión o el feto que, de nacer, sería su hijo. La decisión es solo de ella. Una libertad que también se le niega, junto a todas las demás libertades y derechos que comporta la vida, al embrión o al feto al que se da muerte (la sangre simulada que manchaba las bragas podría representar también la del feto descuartizado). Y una libertad, por fin, que se les niega también a los padres de las menores de edad gestantes, que pueden hacer que maten a su futuro nieto sin que ellos siquiera se enteren. Curioso concepto de libertad.

La gamberra gritaba también "¡mi cuerpo, mis normas!". Totalmente de acuerdo, si se quiere. Pero el embrión o el feto están en su cuerpo, no son una parte de su cuerpo. Matarlo no es como extraer un órgano o amputar un miembro. Y aun así la mutilación no justificada terapéuticamente, aunque se produzca con consentimiento del sujeto, está castigada. Es decir que a esta señora ningún médico le cortaría ni siquiera un dedo sano, por mucho que se lo pidiera argumentando eso de "mi cuerpo, mis normas", sin incurrir en un delito. Y sin embargo se puede matar al embrión o al feto sano, que no son una parte de su cuerpo. ¿Que es legal? ¡Y qué! También es legal la pena de muerte en California y no por eso deja de ser un homicidio.

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