La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

La derecha sevillana se arrea en las redes

El 'ad calorem' de Beltrán a Monteseirín y el "idiota" de Sanz al todavía portavoz municipal encendieron la tarde del martes

La derecha sevillana se arrea en la redes

La derecha sevillana se arrea en la redes

No hace falta ya que a Manolillo le den un carguillo para enterarnos del personaje que esconde dentro. ¡Todo evoluciona, como el Leopoldo del toldo que pasa a la modernidad y se convierte en Currito, dale al botoncito! Las redes sociales dejan al descubierto un rosario de filias, fobias, limitaciones, adicciones e imprudencias en nuestros cargos públicos que revelan en muchas ocasiones las sombras más oscuras de la condición humana. Antes estaban claras ciertas normas de convivencia en las relaciones con terceros, como no presentarse en casa de nadie sin avisar o la hora del almuerzo, no efectuar llamadas telefónicas en el período de siesta (¿verdad, Mario Niebla?) o respetar el domingo como día de la familia. Ahora conviene tener claro que no se deben tener en cuenta los mensajes de las redes sociales difundidos a la hora del gin tonic, lo cual es válido para políticos y... periodistas, ojo.

Uno lee un tuit con todos los ingredientes de un despropósito y rápidamente se le va la vista a la hora en que ha sido publicado. El teclado del teléfono se convierte en un gatillo. Si le ocurría al anterior presidente de los Estados Unidos, imagínense a los cientos de concejales y otros cargos, siempre ávidos de disparar sus tuits de ataque o de promoción de una vida ejemplar según los cánones de la ortodoxia tradicional: familia, trabajo y deporte. ¡Cuánto prohombre suelto por esas autopistas de la imprudencia! A José Luis Sanz, político de ruan que quiere ser alcalde de Sevilla, se le escapó un improperio contra Beltrán Pérez en la tarde del partido de España. Menos mal que se benefició del silenciador del fútbol. Tuvo que pedir disculpas y atribuir la incidencia a un ataque sufrido en su cuenta personal. ¡Debió ser un asedio que ni el de los japoneses contra Pearl Harbor! Los peperos se arrean ahora entre ellos en público, pero con estilo, oiga. El personal no sabe aplicar la estrategia más difícil y certera: quedarse quieto. Ocurrió en Podemos, cuando Teresa le endiñó a Iglesias, y sucede ahora en el centro-derecha hispalense.

Virginia Pérez le arrea a Beltrán por no proponer la calle para Zoido, sabiendo la Tatcher del Sur que la asistencia del todavía portavoz del PP al acto de inauguración de la plaza de Monteseirín (¡menudo ad calorem con seis de los ocho concejales del grupo!) ha escocido en cierto sector del partido. ¡Hasta estuvo Javié! Todos se dan tortas, pero con una sonrisa, salvo el tuit agreste que aludió a la idiotez y acabó en petición de disculpas. La salida de Beltrán Pérez de la portavocía entra en fase de vodevil. Al tiempo. Cuidado con los gatillos, que ya sabemos quién carga las armas. El cojuelo es como Madrid: de derecha... y de revés.

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