La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Icónica, la nueva tradición de Sevilla
Llega el día en el que los madrileños deciden quién quiere que les gobierne, pero deciden también qué va a ocurrir en España a partir de este momento. Las encuestas coinciden en que arrasará Isabel Ayuso, pero no aseguran que pueda alcanzar la mayoría suficiente para gobernar sin el apoyo externo de Vox. Su objetivo es conseguir para el PP más escaños que la suma de Podemos, Más Madrid y PSOE, y algunos sondeos así lo recogen. Si efectivamente arrasa, ya puede atarse los machos Pedro Sánchez: a la gente le gusta votar a quien ven como caballo ganador, y Ayuso impulsará a Pablo Casado.
Cuando todo el pescado está ya vendido, desde Moncloa se empeñen en afirmar que las elecciones madrileñas no repercutirán en el resto de España. Es curioso ese empeño, porque desde el momento en que Ayuso convocó elecciones Pedro Sánchez asumió que del resultado madrileño podía depender no sólo la supervivencia de su Gobierno de coalición, sino su propia supervivencia. Tan es así que él personalmente decidió que Gabilondo era el mejor candidato, él decidió la lista madrileña, que Iván Redondo dirigiera la campaña de Gabilondo y bajó a la arena madrileña para hacer campaña con y para Gabilondo. Y tan es así que se ha sabido estos días que el proyecto de reconstrucción enviado a Bruselas por el Gobierno español recoge que eliminará que los matrimonios o parejas de hecho puedan presentar declaración conjunta del IRPF. En cuanto los asesores monclovitas advirtieron que eso afectaba para mal a medio millón de madrileños, inmediatamente el Gobierno anunció que eliminaba la eliminación. Eliminación de la eliminación.
Sólo Arrimadas ha asumido que el futuro de Ciudadanos estará vinculado al resultado de las elecciones madrileñas, y repite en cuanto puede que, pase lo que pase, seguirá peleando para levantar y afianzar su partido. Pablo Iglesias, por su parte, ya busca trabajo en el sector audiovisual, al mismo tiempo que afirma que ocupará su escaño en la Asamblea madrileña al menos hasta 2023, mientras Errejón impulsará Más País, proyecto arrinconado, al comprobar que en Madrid ha nacido una estrella, Mónica García. Yolanda Díaz, que aún no ha demostrado que es la jefa in péctore de Podemos, tiene preparadas varias iniciativas de Gobierno para poner en marcha en cuanto se conozca el resultado de estas elecciones. Un miembro de su equipo en Trabajo explica que el nivel de decisión de la vicepresidenta "será mayor cuanto peor sea el resultado de Pablo Iglesias en Madrid".
Hoy puede ser el inicio de una nueva época.
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