El día de las chorradas

Mañana caminarán, harán otros deportes y moverán la espumadera del arroz. Casi lo mismo que nos cuentan el resto del año

Deportistas
Deportistas / M. G.

Sevilla, 17 de junio 2022 - 04:00

El domingo es el día de la fiesta de la democracia. Mañana es el de la chorrada de los líderes políticos que tendrán la necesidad de contarnos una estupidez de su vida cotidiana para asegurarse un minuto de televisión, una foto en las redes sociales o un corte en la radio. Del barro los días de reflexión vienen los lodos de soportar de forma permanente la política fatua que orilla cualquier debate serio y prima la imagen, la emoción y la sensiblería. Hemos evolucionado de tal forma que a muchos efectos parece que vivimos en un continuo día de reflexión, cuando se trata de una jornada que debería ser eliminada, como se debería suprimir la prohibición de publicar encuestas desde unos días antes de las votaciones. Se trata de medidas propias de un país sin tradición democrática, razonables tal vez en la España de finales de los años 70, pero sin ningún sentido práctico en la de 2022.

Mañana soportaremos a algún cabeza de lista en chandal de paseo por el parque, alguno remando en una barquita con los niños con los rostros debidamente tapados y, por supuesto, no faltará el que vigila que el arroz de la paella no se le quede pegado. Lo peor es que ahora cualquiera puede difundir su foto, no sólo los grandes líderes. Todo cargo medio venderá su día de reflexión en esta sociedad de Disney donde los periodistas también participamos, por supuesto. Se lleva bien la venta de las emociones porque supuestamente humanizan. Vacas, torrijas, abanicos, perros, flotadores, piscinas... Todo vale. besos, abrazos, cachetes en las mejillas, sonrisas, bebés en el regazo... ¡Y cómo no esos compañeros de la infancia que son el mejor aval para demostrar que uno es un señor muy ocupado pero conserva “los amigos de siempre” para echar esos ratos “ como nunca?”.

Oiga, ¿y eso es bueno para la gestión de un presupuesto público? ¿Y eso sirve para priorizar las necesidades de una sociedad de 8,5 millones de habitantes? ¿Y si usted hace bien el arroz, no se le queman los granos y alcanza el punto justo de sal, es sinónimo de eficacia en la gestión de una crisis sanitaria? Desde luego la cosa es para reflexionar. Está claro que los políticos no se atreven a retratarse con bebidas de trago largo, pese a que Facebook es un escaparate de pies desnudos y artísticos gin tonics. Las copas se dejan para los momentos de privacidad. Y el tabaco, también. Ay, aquellos políticos en blanco y negro que le daban al fumeque en las bancadas del Congreso de los Diputados. El día de reflexión te contaban sus lecturas. Cómo hemos cambiado. Todos a caminar con chandal y a mover el arroz. Pero los botellines siempre los esconden de la foto. Serán... ¡Tendrían que pasarse el día clavando espiches!

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