Gloria de los primitivos nazarenos

La ciudad y los días

07 de marzo 2025 - 03:06

Jesús Nazareno viene por la vira de oro de la luz de las tardes de marzo, como escribió Joaquín Romero Murube en una de sus insuperables, elegantes prosas dedicadas a la Semana Santa. Todos los años, cuando llega el primer viernes de marzo a San Antonio Abad, lo recuerdo aquí. Por pedagogía: todo el mundo tiene derecho a saber que existe este maravilloso texto de Sevilla en los labios que empieza “Hay una luz de día de la Semana Santa (…) que los sevillanos saben distinguir muy finamente…” y termina con el tan del Silencio “por esta vira de oro de las tardes de marzo viene Jesús Nazareno”.

La primera vez que leí estas palabras, ¡hace tantos años!, me evocaron tres imágenes. La luz ya larga de las tardes de marzo derramándose desde poniente por Alfonso XII hasta acariciar la puerta del atrio de San Antonio Abad. El dulcísimo Nazareno en su anual besapie. Y el callado estruendo de la gloria barroca de la nube de oro de su paso navegando por las negras aguas de la Madrugada, alumbrado por sus cuatro faroles de galeón, clavadas en el alma las viras –finas flechas de punta muy aguda– de las saetillas, davídicamente arrogante el Nazareno escoltado por los ángeles que custodiaban el sepulcro ya vacío. Porque de gloria, no de dolor y muerte, es la cruz que el Señor a la vez abraza y alza en una Exaltatio Sanctae Crucis, que no otra cosa se representa en este paso asombroso, único, que porta los dos primeros titulares de la Hermandad –la Santa Cruz y Jesús Nazareno– en una representación más simbólica que realista. No es Jesús Nazareno camino del Calvario cargando con la cruz, es el resucitado alzándola y proclamando el constantiniano In hoc signo vinces. Dos estallidos de resurrección, tan distintos, tan iguales, en la Madrugada: una cruz y una cara, Jesús Nazareno y la Esperanza Macarena.

Hoy empieza mi Cuaresma. Hoy es uno de mis días grandes del año en los que la procesión va por dentro, como el 21 de noviembre en San Juan de la Palma, el 18 de diciembre en la basílica de la Resolana, la noche del Viernes de Dolores en la Basílica de San Lorenzo, la del Sábado de Pasión en la Magdalena o el 2 de agosto en la capilla de los Ángeles. Hoy es el día en el que besamos a Quien es la gloria de los primitivos nazarenos de Sevilla. Hoy es el día en el que quienes somos de allí, más de allí nos sentimos. Hoy es primer viernes de marzo en San Antonio Abad.

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