La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Las bajas exigencias de Vox en Sevilla
LOS programas cuyo título no dejan nada a la imaginación me fascinan. En la TDT hay de todo tipo: desde Supertacaños a Consumidos por el caos, pasando por Sabotaje en la cocina y Tú ensucia que yo limpio. Este artículo no tendría sentido si me dedicara a contar de qué van. Aventura en pelotas tampoco merece explicación acerca del contenido del formato. En España la versión más parecida es el factual Adán y Eva, aunque en su caso el propósito de mostrarse en pelota picada es diferente: encontrar el amor. En Aventura en pelotas dicen que se trata de sobrevivir. Dicen. Imagino que talar un árbol con el pinganillo colgando tiene su aquel de desafío y aventura extrema, mucho más difícil que hacerlo con ropa desde luego. Y peligroso.
Pongamos que tenemos a la pareja concursante dispuesta a vivir un reto de supervivencia sin parangón. Le quitamos toda la ropa, tooooda, y los abandonamos a su suerte en un lugar inhóspito cualquiera. El secreto está en la combinación de varios aspectos de telerrealidad. Por un lado tenemos la parte de supervivencia (algo que siempre atrae); por otro, la convivencia. Y si surge la chispa de la atracción, ya lo hemos clavado. Vamos, que se trata en resumen de servir un auténtico infierno a Adán y Eva.
Tras el éxito de la primera temporada, el programa ha seleccionado para la segunda entrega que se estrena esta noche en Discovery Max a varios candidatos, de las más variadas procedencias y formas de vida, con la intención de abandonarles durante 21 días en un lugar exótico y bello que les exigirá superar las condiciones más extremas para sobrevivir. El hambre, la debilidad, las lesiones y las condiciones meteorológicas les pondrán a prueba.
Pero, como ya dijo Luján (Argüelles) de sus 'tróspidos', en este tipo de programa lo indispensable es un buen casting previo. Que los participantes den juego. Cuanto más 'tróspidos' mejor, aquí también podría emplearse el término acuñado en ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Estoy hablando de un perfil de concursante entre Mujeres, Hombres y Viceversa y Hermano Mayor. Casi hay que dar por hecho que de adaptarse el formato a España lo compraría Mediaset. Al fin y al cabo ya tienen Supervivientes, que sería la fase previa. De aquí a quitarse el pantalón hay un paso. A lo mejor hasta hemos dado una idea a Vasile.
En nuestro país ya hemos probado desde no hace mucho la experiencia del desnudo; antes mencioné Adán y Eva, de Cuatro, un programa apto para adolescentes con ganas de marcha pero no para familias que aún se sientan juntas frente al televisor (¿queda alguna?) La mecánica es lo de menos. "Salami, salami", como diría Amador de La que se avecina. Pues salami tenemos.
También te puede interesar