Juan / Ojeda

P lanas no es un 'mandao'

Al punto

08 de julio 2013 - 01:00

NO voy a calificar, porque no me concierne, la idoneidad para sustituir a Griñán, como candidato a la Presidencia de la Junta, de ninguno de los tres aspirantes que, hasta ahora, han dado a conocer oficialmente sus intenciones. Conozco personalmente a dos de ellos, a Susana Díaz y a Luis Planas, porque del alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, sólo sé lo que ha publicado la prensa en los últimos días. Para empezar, hay que saber que Susana era la candidata lógica, puesto que, desde que fue nombrada consejera de la Presidencia, se sabía que Griñán la estaba preparando para su sucesión. Lo que pasa es que nadie pensaba que ese proceso iba a abrirse con tanta rapidez, y que el nombre de Susana Díaz iba a saltar a la palestra sucesoria cuando todavía faltan, teóricamente, tres años para las elecciones andaluzas.

Susana es aparato puro, y digo esto como definición y no como calificación, porque dentro de esa categoría hay muchos en todos los partidos, y unos son buenos políticos y mejores personas y otros son malos políticos y peores personas. Pero hay que reconocer que la actual consejera algo debe tener cuando, en tan poco tiempo ha conseguido colocarse en el primer puesto para la sucesión de Griñán.

Por lo que respecta a Luis Planas, tengo que decir que lo conozco desde su etapa como eurodiputado, después como consejero de Agricultura de la Junta, luego como titular de Presidencia con Chaves, en la famoso legislatura de la pinza, cuando él y yo intentábamos transcribir negro sobre blanco los difusos acuerdos a los que supuestamente llegaban Manuel Chaves y Javier Arenas. Yo fui quien, en un tren mañanero, le dio la noticia de que no iba a seguir como consejero de la Presidencia. Él, en un gesto de dignidad, renunció a la presidencia del Parlamento que le ofreció Chaves, y se fue a Bruselas como jefe de gabinete del comisario Marín. Y en Bruselas volvimos a coincidir, cuando su jefe ya era Solbes. Nuestra última coincidencia fue cuando nos incorporamos, tras las elecciones generales del 2011, a nuestros respectivos puestos en la función pública.

Luis Planas no es un mandao, o una marca blanca del PSOE para justificar la democracia de un proceso interno. Luis es consciente de que le va a resultar muy difícil ganar, porque el aparato está a favor de Susana. Pero no le tiene tanto apego al cargo como para renunciar a su última aventura. Es fácil saber el resultado.

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