La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Cuando el sol se esconde en Sevilla
El microscopio
Los comerciantes y hosteleros de las calles Jovellanos y General Polavieja, llevaban meses sin ver una máquina de Lipasam baldeando la zona. Ante la ausencia, eran ellos mismos quienes tenían que limpiar la zona. Era tal el hartazgo de los empresarios que denunciaron públicamente la lamentable situación. Y ahora, cuando este periódico se ha interesado por la situación, el Ayuntamiento ha enviado urgentemente a los operarios para realizar la labor que tenían abandonada desde hace meses. Parece que este Consistorio sólo funciona a golpe de titular.
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