ES más que evidente que no solo la industria textil nos deja modas absurdas. Cada día queda más patente que el mundo de la televisión, o para ser más concretos, ese universo del entretenimiento, se deja seducir por los criterios que imponen los grandes -en vez de firmas, productoras- con programas que gracias a la globalización se consumen en todo el mundo. Y como somos así de perezosos, eso de pensar por nosotros mismos no nos va demasiado, mejor decir "si algo ha funcionado allí, yo lo copio y santas pascuas". De todo hemos sufrido ya los televidentes, desde las modas de azafatas de infarto que bailaban al ritmo de mama chicho, a las incansables ediciones de realities de todos los gustos y colores.

Pero de todas estas modas con las que estoy más molesta es con la del 'cocinillas moderno'. Gracias a programas como Master Chef, Pesadilla en la Cocina o incluso Chiringuito de Pepe (claros ejemplos de que estamos viviendo un auténtico contagio nivel pandemia), todo el mundo, de repente, entiende de cocina. Todos sabemos cómo se debe hacer un huevo escalfado -vaya con la palabreja- y si eres de los que atreves a invitar amigos a casa para cenar te expones a que alguien siempre te diga: "Tienes que marcar primero el filete y después dejarlo a fuego lento" o "Yo le hubiera echado aceite de Módena". Qué entendidos nos hemos vuelto todos ¿eh? Y qué desconsiderados para con el que cocina. Porque señores cocinillas modernos, lectores de blogs culinarios, enamorados de la cocina en general os tengo que decir una verdad que quizás se os haya pasado por alto, existen mil y una maneras de hacer lo mismo y, si Chicote tiene una técnica para freír boquerones, muy moderna y ostentosa, con aromas a mar y a arrecifes de coral, mi madre tiene la suya: a manojitos de 5 pegados por la cola. ¡Y no veas cómo están! Y con esto, aparte de rendir homenaje a la que me parió, no os traigo más que una moraleja. Dejad el entendimiento para vuestra intimidad porque que yo sepa sin esos programas que un día desaparecerán de la parilla, a Dios gracias, todos hemos llegado hasta aquí y ninguno de nosotros sabía ni siquiera lo que era un huevo escalfado, mucho menos, cocinarlo.