Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Las mujeres como coartada de Pablo Iglesias

Ione Belarra e Irene Montero.

Ione Belarra e Irene Montero. / EFE

CAPA tras capa, la estructura de la cebolla nos va mostrando cuál es el verdadero origen de los desencuentros de la coalición de Gobierno, cuyo último hito ha sido el rechazo de la reforma de la ley mordaza por la oposición maximalista de los dos aliados más tóxicos para el PSOE: ERC y Bildu. La moción de censura de Ramón Tamames ha mostrado que la almendra del problema no es la diferencia ideológica y estratégica entre los socialistas y Unidas Podemos, ni siquiera entre el PSOE y sus socios independentista, el asunto que tiene revuelto a medio país es entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias.

Las ministras podemitas, Irene Montero e Ione Belarra, han intentado que sean las mujeres del Gobierno quienes le den respuesta a Ramón Tamames en un intento de disolver lo que está previsto y tiene su mayor lógica, que sean Pedro Sánchez, como interpelado por la moción, y Yolanda Díaz, como líder de la otra facción del Gobierno, quienes intervengan el martes y el miércoles en el Congreso de los Diputados.

Y de este modo cómo se comprende la polémica que Pablo Iglesias buscó este semana en las redes –su medio natural, como el matorral mediterráneo para el lince– con el secretario general del Partido Comunista de España (PCE), Enrique Santiago. Es el viejo PCE, alma de Izquierda Unida, quien intenta rehacer la izquierda a la izquierda del PSOE de la mano de Yolanda Díaz como líder, con Más País, Compromís, la propia IU en Andalucía, los comunes catalanes, algunas confluencias gallegas y, si es posible, con Podemos.

La debilidad territorial de Pablo Iglesias y Belarra es proporcional a su capacidad para permear en los medios de comunicación, por eso necesita situarse cada día y cada semana en el epicentro de cualquier polémica, para negociar. Cuanto más chille, más poder para que los suyos queden en un buen puesto de cara a las generales, no es más que la estrategia de supervivencia de los cachorros y de quienes llegan a adultos con las artimañas emocionales de los adolescentes.

Cuando al votante de izquierdas se le pregunta -ver los sondeos de DYM que publicamos–, responde de modo cabal que preferiría que Sumar y Podemos fueran juntos, pero que si comparecieran por separado, la mayoría votaría por Yolanda Díaz, no por Iglesias.Pero el desencuentro es aún más grave que el de la rivalidad personal, es de diagnóstico. Sumar y Yolanda Díaz son el instrumento imprescindible para que el Pedro Sánchez vuelva a gobernar, mientras que Pablo Iglesias ya ha dado por hecho de que esto no ocurrirá, que es inevitable la victoria de Núñez Feijóo, a lo que él está contribuyendo con la misma fuerza que empleó para alzar al presidente socialista.

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