Escandalizados hay por las palabras del dueño del garito diciendo que gastarse casi quince mil pavos en una noche es normal, ¿y qué va a decir el hombre?, ¿lo que todos pensamos? Sería de torpe decir que sea un pastizal indecente a fin de no menoscabar la cuenta de resultados de tan honorable negocio. Espantaría a una clientela que deja pingües beneficios en la caja y lo lógico es que el hombre estimule el gasto, que tampoco es cosa de hacer que el cliente de turno entre en razones y no permita que vuelva a írsele la olla. Por eso, la declaración del probo empresario sobre la normalidad de gastarse esa burrada en alcohol y putas entra dentro de la campaña de promoción del negocio. Por tanto, sus declaraciones entran de cabeza en la normalidad, como también el hecho que declare no conocer a nadie, que no es cuestión de llenar de piedras el tejado propio.