Hacía tiempo que no sufríamos un tiempo así, con la ola de calor convertida en un sostenido vendaval procedente del averno. Es la canícula más canicular que se recuerda y cuando el otro día anunciaban los papeles que llegaba la primera ola de calor nos preguntábamos que cómo se debería denominar el calvario ya padecido. Noches con la barrera del sueño desarbolada y este lunes llega enarbolando la parrilla donde asaron a San Lorenzo. La leyenda dice que hoy es el día más caluroso del año, el pico más agresivo de la canícula, pero en este bisiesto le ha salido un montón de duros competidores y nada de lo que pueda pasar hoy va a cogernos con la guardia baja. No ha lugar para la sorpresa, San Lorenzo tiene la fama y otros, demasiados, cardan la lana, que hay que ver la cantidad de cardadores que se nos ha venido encima en esta canícula interminable, tan larga.