Hoja de ruta

Ignacio Martínez

El timo del tránsfuga

EL PSOE ha cometido un desliz en Benidorm que va a traer cola. Aunque sólo sea porque se trata de una de las capitales nacionales del turismo de masas, sólo equiparable a nuestra Torremolinos, por más que la ciudad malagueña tenga más pedigrí y glamour histórico. En fin, la localidad alicantina tiene una población de hecho de 100.000 habitantes, que en verano llega a 350.000, y un presupuesto de 105 millones de euros. La faena de los socialistas es una moción de censura con un tránsfuga popular para quedarse con la Alcaldía, hecho que contradice el pacto antitransfuguismo firmado en 1998. Pero el asunto tiene más miga: la dirección socialista se oponía a esta iniciativa y se da la circunstancia curiosa de que una de las concejalas rebeldes es la madre de Leire Pajín, jefa de Organización del Partido Socialista. Total, que los 12 ediles, para poner su moción se han dado de baja previamente en el PSOE.

El llamado pacto antitransfuguista es uno de los cuentos chinos de la política española. Unos y otros lo incumplen cuando conviene. Y siempre con el mismo argumento; el bien del pueblo. Así, por el bien de los benidormenses y con la ayuda de una tránsfuga socialista se hizo con la Alcaldía en 1991 Eduardo Zaplana, en el inicio de su fulgurante carrera. Y el PSOE andaluz, sin ir más lejos, no se corta mucho a la hora de quedarse con un ayuntamiento por este desagradable procedimiento. Recientemente, en Ronda (Málaga), un buen equipo de gobierno andalucista ha fichado en bloque por el puño y la rosa, como Kaká y Ronaldo por Florentino.

En Gibraleón (Huelva), los ocho concejales socialistas emplearon en 2005 la misma técnica que sus compañeros de Benidorm: se dieron de baja en el partido y pusieron una moción de censura contra el alcalde del PP, con la ayuda de una tránsfuga popular. El PSOE expedientó a sus concejales. El pacto considera tránsfugas tanto a quienes se van de una formación, como a sus aliados. Y prohibe que los firmantes presenten a tránsfugas de candidatos en las siguientes elecciones: pero el PSOE presentó a la Alcaldía de Gibraleón en 2007 a su alcalde díscolo, tránsfuga y expedientado. Y se quedó con el sillón.

Benidorm, con sus rascacielos y sus clanes familiares, da materia para un culebrón. El PP es una olla a presión: la presidenta local es una campista, que disputó el cargo a Ángela Barceló, cuñada de Zaplana. Los Barceló son una institución allí: su patriarca, Miguel Barceló, potente empresario turístico, ha sido senador durante 22 años y acaba de dimitir para dejar paso ¡a su nieto! Ya hizo a su yerno alcalde, presidente regional y ministro. De hecho, Alicante es el último reducto zaplanista. El presidente de la Diputación y del PP provincial es amigo de Zaplana, el hombre que llegó a la Alcaldía de Benidorm por el mismo método que ahora aplica un socialista. El timo del tránsfuga.

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