Creo que la reconstrucción digital de La Faraona ya murió antes de iniciarse la campaña. Nadie que haya conocido y admirado el arte de esta mujer va a creerse el mensaje de esta Lola robot, que nos dejó hace ya varios quinquenios. Pero no es mi interés destruir el ingenio de los autores de esta campaña publicitaria, pues considero que deben estar en juego importantes y cuantiosas cifras económicas en las que supongo deben tener alguna participación las hijas de esta inmortal artista por haber permitido que su madre sea utilizada como un esperpento robótico, sin alma y sin acento. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios