Si desde el principio de los tiempos se ha cantado al amor; al desamor ni les cuento. Ya en la Edad Media, las canciones de amor cortés de los juglares y trovadores de la época, trataban eso que podríamos llamar el amor no correspondido.
Porque ¿quién no ha sufrido por ese primer amor? ¿Quién no ha llorado porque, como decíamos antes, “han cortado conmigo”? Estoy segura de que la mayoría levantará la mano, por eso es comprensible que, con el transcurso del tiempo, este tipo de temática continúe, pero más de estos tiempos.
Ahora son las grandes estrellas de la música las que nos cuentan a través de sus letras intimidades hiladas con una especie de venganza pública. Una situación para escarnio de la pareja que ha cometido la infidelidad o ha dejado de querer y le ha producido un herida imposible de curar. Letras y canciones que se convierten en virales, por arte de las redes sociales. Esas que deciden lo que está bien o mal y que, en este caso, llevan hasta el último rincón del planeta canciones llenas de ¿dolor?
Jennifer López, era la que exigía a su novio, el jugador de fútbol americano, el anillo. Ese estribillo de “el anillo pa’cuándo” que muchos aplican para todo y que finalmente no fue entregado a JLO porque fue su antiguo amor, Ben Afleck, el que se lo puso en el dedo, y del que se está divorciando.
Pero la que se lleva la palma es Shakira. La colombiana nos ha inundado de dedicatorias a Piqué, el padre de sus hijos, desde que comenzaron su amor. Juntos bailaron el Waka-Waka. A continuación ella le dedicó el Me enamoré y algunas más para después... Todos sabemos lo que ocurrió después: Que “colorín, colorado” y la lírica de la canción se dio la vuelta como una tortilla.
A partir de ahí reclamaba que “Solo un hombre de verdad que se tire por mí al barro”. Recordaba aquellos tiempos en los que “me llenabas la casa de rosas” (¡cualquier cosa!), para finalmente, encadenar una serie de títulos en los que felicitaba al jugador por su nueva relación, culpar a la monotonía de lo que ocurría, y coger un dardo envenenado para dar en la diana gritando al mundo que ella había dejado de llorar para facturar.
Estaba claro que esos temas eran pura venganza. Pero pasó que nos cansó a muchos. Una canción: vale; una segunda: anda, pero ¿una tercera? Ya llegaba el momento de parar y Shakira seguía, además de ser imitadas por muchos.
Y ahora el que llega es Sergio Ramos, que rinde homenaje, a su manera, al Real Madrid, el club en el que ha pasado parte de su carrera. Eso sí, no sin antes hacer llorar a la diosa Cibeles, y realizando una declaración de intenciones porque prefiere “morir de pie que vivir arrodilla’o” y que está dispuesto a dar su corazón “aunque me lo devuelvan daña’o”
El futbolista/cantante dijo aspirar a un Grammy y que va a seguir grabando. Así que, ya que amenaza con continuar: por favor, Sergio Ramos, que no sean una shakirada más, que lo que queremos es escuchar canciones con más contenido.
¿Podrá ser? Gracias