Cerca de una veintena de tractores y varios centenares de coches, según los convocantes, participaron el domingo en una caravana de protesta organizada en Cazalla de la Sierra contra la subida del IBI rústico y el IBI urbano para este año este año. Según denuncian, el rústico se ha incrementado en un 19,3% y el urbano, en un 10,3%, pese a las alegaciones que se presentaron.
Los convocantes denuncian que la subida se produce en un momento de crisis, derivada del Covid-19.

Algunos de los tractores que también participaron.
Frente a ello, el alcalde de Cazalla, Sotero Martín, ha explicado que el IBI rústico y el IBI urbano son “los dos únicos” impuestos que ha subido este año el Ayuntamiento. En el primer caso, la subida llega después de que en 2017 se rebajase el tipo del 1,05% al 0,57%, para compensar una subida catastral del Estado. Ya han pasado tres años y el nuevo tipo del 0,68% supone “un ajuste para cuadrar” el impuesto, inferior al que había en 2017 y sigue siendo “el más bajo de la comarca”.
En cuanto al IBI urbano, ha admitido un alza de más del 9% después de “muchísimo tiempo” congelado y que se produce porque se ingresa menos del Estado, al haber bajado de 5.000 vecinos inscritos en el padrón, y hay que cuadrar cuentas.
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