El Consorcio Provincial de Bomberos, que la Diputación de Sevilla y un grupo de 16 municipios constituyó formalmente el 31 de enero de 2018, podría contar con sus primeros efectivos de extinción el próximo mes de enero de 2022.

Es cuando la corporación tiene previsto que se produzca la transferencia formal de los 143 funcionarios de extinción de incendios con los que cuenta en la actualidad esta administración, de los que 26 se han incorporado a lo largo de este mismo ejercicio.

Eso supondrá que, sobre el terreno y si no hay más demoras, el nuevo sistema comenzará a funcionar prácticamente cuatro años después de su creación.

Según han precisado fuentes del área de Servicios Públicos Supramunicipales, de la que depende el actual Sepeis (Servicio de Prevención, Extinción de incendios y Salvamento) en una respuesta por escrito sobre la situación del Consorcio, a primeros del próximo mes de agosto se producirá ya la incorporación del personal administrativo básico.

Éste deberá agilizar, entre otras cosas, todas las cuestiones administrativas para seguir adelante con el proceso, que no es sencillo, porque hay que cerrar bien las condiciones de incorporación de un personal que, a la larga, se equiparará en sueldos y condiciones laborales con los de la Diputación, al margen de donde vengan.

En la actualidad, el denominado Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la provincia de Sevilla tiene a 21 municipios integrados plenamente, aunque la Diputación recuerda en su escrito que hay otros 26 que han solicitado pertenecer y cuya incorporación se encuentra en fase de tramitación.

Con los funcionarios que aportarán estos otros entes consorciados, serán 138 bomberos más los que se “incorporarán progresivamente”. A pesar de que inicialmente se planteó un Cosorcio con bomberos profesionales al completo, hay unos 111 bomberos voluntarios en estos entes consorciados que está previsto que presten su “colaboración voluntaria y altruista en el Consorcio” bajo la dirección de personal funcionario.

La tardanza en la puesta en marcha de este sistema ha sido criticada por colectivos de bomberos, que denuncian las carencias del actual modelo, en el que la Diputación coordina al resto de parques municipales a los que subvenciona, pero siguen dependiendo de administraciones locales distintas.