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Fianza de 500.000 euros para la ex mujer del ejecutivo de banca asesinado a tiros

  • La mujer está acusada de delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas, revelación de secretos por haberse apoderado de fotos y cartas íntimas de la víctima y allanamiento de morada por entrar sin autorización en su chalé.

Un juez de Sevilla ha dictado auto de procesamiento contra la esposa de un alto ejecutivo del BBV-A acusada de su asesinato de dos disparos, a la vez que le ha impuesto una fianza de 524.187 euros para hacer frente a las futuras indemnizaciones.

El juez de Sanlúcar la Mayor, da por concluida la investigación y procesa a la acusada N.C.S. por el asesinato de su ex esposo Andrés Toro Barea el 15 de junio de 2008, a la vez que retira la acusación de encubrimiento contra un tío suyo que siete años antes le había regalado un revólver y a quien la procesada confesó datos del homicidio.

La mujer está acusada de delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas, revelación de secretos por haberse apoderado de fotos y cartas íntimas de la víctima y haberlas mostrado a sus hijos y familiares, y un último delito de allanamiento de morada por entrar sin autorización en su chalé.

El fallecido, de 59 años, era jefe para Andalucía occidental del Centro Especial de Recuperaciones (CER) del BBVA, que gestiona el cobro a morosos, y fue hallado por un compañero del banco, extrañado por su ausencia del trabajo.

Explica el auto que la separación del matrimonio había sido conflictiva, con "escándalos mayúsculos", discusiones en público y amenazas de muerte.

Incluso hubo malos tratos por ambas partes, pues la mujer llegó a ser arrastrada del pelo por el suelo cuando estaba embaraza de su primera hija, y su esposo sufrió una patada en la herida de una operación cuando estaba convaleciente en un hospital.

El homicidio ocurrió en el chalé de la urbanización "La Juliana" de Bollullos de la Mitación , donde la víctima se había instalado tras la separación matrimonial y donde el vigilante de seguridad vio entrar a la acusada y salir un rato después.

Según el auto de procesamiento, N.C.S. entró con las llaves que aún conservaba, sorprendió a su marido viendo la televisión después de comer y le disparó dos veces al tórax, causándole heridas que no eran mortales de necesidad pero que provocaron su muerte por hemorragia.

Tras una "minuciosa limpieza" del lugar del crimen, la procesada "rebuscó en los cajones" para aparentar un robo, se apoderó del móvil de su ex esposo y regresó a Sevilla, donde arrojó el revólver al río Guadalquivir.

El juez señala como una de las pruebas del crimen la declaración de J.J.F., tío de la acusada que le había regalado el revólver, a quien N.C.S. le reveló datos que estaban "exclusivamente el alcance de quien estuviera en el lugar de los hechos" como su entrada por la cocina o la existencia en el despacho de fotos de mujeres.

Este hombre, que hasta ahora estaba imputado como encubridor, ha quedado exculpado pues, más allá del conocimiento de los hechos, no hizo ningún acto posterior al crimen "encaminado a ocultar o inutilizar el cuerpo del delito, los efectos o instrumentos del mismo, o para impedir su descubrimiento", según el juez.

Además de ordenar que la procesada siga en prisión incondicional, el juez le impone una fianza de 524.187 euros, que en caso de no depositar será cubierta con el embargo de bienes.

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