La Guardia Civil tomó ayer declaración como imputados a seis vecinos de Estepa por su presunta participación en el asalto a las casas del clan de Los Chorizos, ocurrido el pasado sábado. Todos ellos son jóvenes menores de 30 años que fueron identificados a través de las imágenes de los disturbios difundidas por los medios de comunicación. Está previsto que se impute también a una séptima persona, que ayer no pudo ser localizada, pero cuya presunta participación en el asalto a las casas también está acreditada en las imágenes. El número de imputados por este altercado podría crecer en las próximas horas, a medida que avance la investigación de la Guardia Civil.

A los siete jóvenes se les imputan varios delitos: resistencia y desobediencia a la autoridad, daños y alteración del orden público. A uno de ellos se le acusa además de otro delito más, el de realización arbitraria del propio derecho. Al joven que falta por declarar se le acusará también de estos cuatro delitos. Los seis a los que ayer se tomó declaración quedaron en libertad con cargos, sin que llegaran a ser puestos a disposición judicial.

La Guardia Civil tomó declaración a estos presuntos implicados en los disturbios en el cuartel de Estepa, a cuyas puertas se concentraron decenas de personas en apoyo a los presuntos alborotadores, que lanzaron consignas a favor de los jóvenes imputados y en contra de la Guardia Civil. Numerosos agentes del instituto armado establecieron un control de seguridad en torno al cuartel, para evitar que nadie accediera al mismo. El municipio sigue prácticamente tomado por la Guardia Civil, que ha contado con refuerzos procedentes de pueblos cercanos. A la hora de cierre de esta edición, había más de doce patrullas en las calles de Estepa para relajar la tensión que se vive desde el fin de semana.

El pasado sábado, un grupo de aproximadamente cuatrocientos vecinos, hartos de los robos presuntamente cometidos por el clan de los Chorizos, se dirigieron a las casas de éstos para tomarse la justicia por su mano, después de que celebraran una concentración no autorizada en protesta por la oleada de robos que padece el pueblo desde meses atrás. Llegaron a asaltar siete casas de la barriada de los Poetas y a incendiar dos, aunque todas las viviendas estaban vacías en el momento del asalto y ninguna persona sufrió daños.

Los miembros del clan de los Chorizos huyeron del pueblo. Algunos intentaron ocupar una vivienda en Puente Genil, donde tienen familia, y otros se dirigieron a Sevilla. La Guardia Civil los perseguía desde Estepa y los interceptó cuando entraban en la capital andaluza por la A-92, a la altura de la barriada de Los Pajaritos, cargados con enseres presuntamente robados la misma mañana del sábado.

La Guardia Civil continúa investigando tanto los robos como el asalto a las casas de los presuntos autores de éstos, mientras sigue un férreo despliegue policial sobre el terreno.