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Montellano, en Sevilla, entre los mejores sitios de España para volar en parapente

Imagen de archivo de un hombre haciendo parapente.

Imagen de archivo de un hombre haciendo parapente. / D.S.

Montelllano, en Sevilla, y la Sierra de Grazalema en Cádiz, son las dos localizaciones andaluzas preferidas para volar en parapente por los usuarios de la web de regalos de experiencias www.aladina.es. Es una forma de hacer realidad uno de los más antiguos deseos del hombre, para los amantes de los deportes aéreos no es lo mismo volar a bordo de un avión de 80 toneladas que hacerlo con ayuda de una simple tela como ocurre con el paracaidismo o el parapente. Curiosamente, el parapente surgió a finales del siglo XX gracias a unos montañistas que querían descender de las montañas con la ayuda de un paracaídas. De su idea nació un nuevo deporte que cada vez cuenta con más seguidores.

Volar en parapente  da una cierta sensación de ingravidez, moverse al ritmo de las corrientes de aire, hacer que el cuerpo adopte posturas insólitas y, sobre todo, disfrutar desde el aire de cambiantes paisajes que tienen un aspecto diferente desde la altura es una experiencia extraordinaria. Todo ello parecía destinado solo para los más audaces y aventureros. Sin embargo hoy está al alcance de cualquiera, hombres y mujeres, niños y ancianos, incluso personas con alguna discapacidad gracias a que la mayoría de los vuelos en parapente que se comercializan son en tándem, vuelos biplaza con un experto monitor al lado que se encarga de que todo funcione bien y sin ningún riesgo.

La web de regalos experiencias, www.aladinia.com ha pedido a sus usuarios que seleccionen los mejores lugares en España para disfrutar de esta experiencia que a nadie deja indiferente y La Sierra de Grazalema, en Cádiz, y Montellano, en Sevilla (Andalucía), han sido unos de ellos:

Montellano y Sierra de Grazalema

La empresa Parapente Biplaza Cádiz propone distintos tipos de vuelos en zonas de Cádiz y Sevilla, con los que además de experimentar sensaciones únicas, se puede disfrutar de uno de los parajes más bellos de la Península y deleitarte con un atardecer único desde el aire. Se despega desde una montaña con una simple carrera hasta que el aire llena la vela del parapente.

Las zonas de vuelos más habituales, para el vuelo libre o vuelo sin motor, se encuentran en la provincia de Cádiz: la zona de Algodonales, en Sierra de Líjar, a la entrada del parque natural de Grazalema y El bosque, que se ubica justamente a los pies de la Sierra de Grazalema, media hora de vuelo cuesta 90 euros. En la provincia de Sevilla se practica la modalidad de vuelo libre en Montellano, a pocos kilómetros de Algodonales.

Además del parapente convencional, ofrecen también vuelos en paratrike. Un paratrike es básicamente un carro con tres ruedas (un trike) que puede tener un o dos asientos, según se utilice para vuelos individuales o biplaza. Este carro se sustenta de un parapente de grandes dimensiones y se propulsa con un motor al que se acopla una hélice. Las zonas de vuelo en esta modalidad son la Vega del Guadalquivir y la Sierra Norte de Sevilla (Lora del Río). El vuelo de 30 minutos, incluyendo fotos y video, cuesta 80 euros por persona en Aladinia.com.

Sobrevolar los acantilados de la costa vasca

Sopela, a 20 kilómetros de Bilbao, es uno de los lugares favoritos para practicar parapente. La brisa marina, los acantilados, el salitre y las playas salvajes que se encuentran en esta franja costera convierten estos vuelos en una experiencia difícil de olvidar. Sopelana se ha convertido por méritos propios en el corazón del parapente en el País Vasco. Un escenario perfecto para la práctica de este deporte. Así lo acreditan los miles de vuelos de parapente biplaza que se realizan a lo largo de todo el año.

Los acantilados que protegen la playa de Barinatxe, popularmente conocida como La Salvaje, es el hogar de varias empresas que animan a volar con las máximas garantías. Gracias al diseño de este tipo de parapentes, se puede disfrutar de estos vuelos sentados cómodamente delante del piloto.

El vuelo en un parapente biplaza es muy sencillo, únicamente hay que seguir las instrucciones del piloto. Primero, correr unos pocos metros hasta estar en el aire y después, durante el vuelo, sentarse cómodamente y disfrutar de las vistas. Al terminar, al aterrizar, hay que hacer prácticamente lo mismo que al despegar, andar hasta perder la velocidad por completo. Estos vuelos admiten desde niños de 4 años a los mayores de 80. Los organiza iParapente y el vuelo de 25 minutos cuesta 55 euros por persona en Aladinia.com, incluyendo fotos, video y material necesario.

La brisa marina valenciana

La zona de Palomaret (Agost) a 12 kilómetros de la costa, con espectaculares vistas de la provincia de Alicante es uno de los mejores sitios para la práctica del vuelo en parapente en España, tiene la peculiaridad de que son frecuentes las corrientes de aire caliente lo que permite el llamado vuelo térmico que se basa en remontarse dentro de las masas de aire ascendentes que se originan cuando el sol calienta el aire que proviene de la tierra.

Este tipo de vuelo se caracteriza por ser el más natural, ya que, como los pájaros, se utilizan las térmicas con el fin de subir lo más alto posible desde el despegue, que se encuentra a 850 metros sobre el nivel del mar, a esa altura se pueden ver los paisajes más hermosos que se pueda imaginar, incluyendo, a lo lejos el castillo de Santa Bárbara en Alicante. La empresa Parapente Factory propone otros vuelos desde el Faro de Santa Pola, surcando el cielo apoyados en la brisa marina. El vuelo en tandem de 20 minutos cuesta 65 euros.

Las nieves del Pirineo

Con esta experiencia que propone SpeedRiding se despega desde Benasque o Castejón de Sos a los pies de los Pirineos y se surca el cielo durante una hora mientras se disfruta de unas vistas inigualables de estos pueblos y sus colindantes. También estará al alcance de la vista desde las alturas, el famoso Aneto, el pico más alto de los Pirineos. La naturaleza evoca en el Valle de Benasque paz, majestuosidad y cercanía. Un lugar en calma para aprender a disfrutar de momentos de soledad y tranquilidad en una sociedad caracterizada por la inmediatez, pero también momentos de actividad y disfrute al aire libre, escalando montañas, caminando por senderos infinitos o volando en parapente.

Castejón de Sos sirve de acceso al Valle de Benasque y cuenta con una variada y amplia oferta turística. La localidad se ha convertido en el paraíso de los aficionados al vuelo, ya sea en la modalidad de parapente, ala delta o ultraligero. Los vuelos se hacen en paratrike, un vehículo biplaza de tres ruedas motorizado con una hélice trasera que le permite ganar velocidad. Es una mezcla de avioneta y parapente, que ofrece las mejores sensaciones y ventajas de ambas disciplinas y permite despegar desde un lugar llano y alcanzar mayor altura y así poder disfrutar de las vistas de los Pirineos nevados, ya que aquí se encuentra el mayor número de cumbres que superan los tres mil metros de altitud. La experiencia, recomendada por Aladinia.com cuesta 140 euros.

Los volcanes de Lanzarote desde el aire

La propuesta de Lanzafly permite una vista impresionante de los hermosos paisajes que rodean la isla de Lanzarote, sobrevolando las bocas de sus volcanes, sus terrenos de lava y el mar, descubriendo cómo se funden los terrenos negros y rojizos de la isla con el azul del Océano Atlántico y el azul del cielo. Esta experiencia se puede hacer en Tenesar, combinando en un mismo vuelo la costa de La Santa con el magma volcánico del Parque Nacional de Timanfaya.

Además, esta misma empresa también organiza vuelos en otras localizaciones diferentes de Lanzarote como son Playa Quemada, Macher y Orzola y no solo en parapente, también con ala delta. A diferencia del parapente, en el ala delta la vela se sustenta en una estructura de aluminio o titanio en cuyo centro va suspendido el piloto por medio de un arnés y normalmente adopta una posición de tendido, dirigiendo el ala delta por medio de cambios de posición pendular con lo cual desplaza el centro de gravedad. El acompañante se sujeta abrazando al piloto. Aprovechando las corrientes de aire ascendentes, el piloto puede mantenerse en vuelo durante largos periodos y realizar acrobacias. El precio del vuelo de 20 minutos en parapente es de 119 euros o de 199,90 en ala delta, ambos con fotos y vídeo.

Acantilados de 500 metros

En Lleida se encuentran algunos de los más bellos paisajes que se pueden apreciar desde el aire, como son el Vall d’Àger, el Congost de Mont-rebei, el Pantano de Canyelles y de Camarasa o la Plana de Lleida. El Congost de Mont-rebei es una joya de la naturaleza, con una extensión 600 hectáreas y con unas paredes verticales de más de 500 metros de altura que separan las provincias de Lleida y Huesca se trata de uno de los espacios naturales más singulares del Prepirineo.

Es el único gran desfiladero que no tiene ningún tipo de infraestructura. La empresa Agerair Parapent propone tres tipos de vuelo según lo que se busque: el vuelo Experiencia se hace a primera hora, dura unos 10 minutos de descenso en parapente biplaza desde la sierra del Montsec, y se realiza en ausencia de corrientes ascendentes; el Aventura, que es el preferido por su duración (alrededor de 20 minutos), intensidad e inigualables vistas; y el Emoción, que es para los más atrevidos, con maniobras acrobáticas con las que sentir aceleración, fuerza centrífuga al máximo, caída libre y mucha velocidad, en definitiva, una buena dosis de adrenalina. Los precios varían según el tipo de vuelo elegido pero parten de 90 euros en Aladinia.com.

Costa gallega con el mar de fondo

Santa María de Oia en Pontevedra, a tan solo diez kilómetros de Vigo, es la zona por excelencia para volar en Galicia y poder disfrutar de unas vistas preciosas de la costa gallega. Experimentar una sensación única y sobrecogedora planeando sobre los acantilados y la costa con el mar de fondo y contemplar el Real Monasterio de Santa María de Oia es una experiencia increíble que ofrece Parapente Factory de la mano de Aladinia.com en un vuelo de 20 minutos por tan solo 65 euros.

Acrobacias en el centro de España

La Muela es una colina con una impresionante altura de unos 250 metros, un lugar idóneo para el despegue de vuelos de Parapente en el que se sobrevuelan hermosos paisajes, se observan animales en libertad, trincheras de la Guerra Civil y unas magníficas vistas de la España rural contempladas desde las alturas igual que si fuéramos un pájaro.

Para todos aquellos que un simple vuelo se les queda corto, FlySer Aventura les propone surcar el cielo a vista de halcón durante quince minutos y disfrutar con algunas piruetas mientras la adrenalina recorre el cuerpo. Esta trepidante experiencia incluye un vuelo en paratrike pilotado por un experimentado instructor y un extra de acrobacias. Además de La Muela (en Alarilla), hay otras zonas que se sobrevuelan en los alrededores de Guadalajara: Arcones, Pedro Bernando y Cebreros, todos ellos en la zona centro. El vuelo con acrobacias y vídeo cuesta en Aladinia.com 55 euros y dura 15 minutos.

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