Un acto vandálico que ha movilizado a todo un pueblo. Ha ocurrido en Almensilla, a unos 20 kilómetros de la capital, y, más en concreto, en su ermita, en honor al patrón San Diego donde las campanas del santuario han desaparecido. Las piezas se echaron en falta este jueves, cuando la persona que se encargaba del mantenimiento del entorno observó restos de escombros en la puerta de la iglesia. Al mirar hacia arriba se encontró los dos huecos vacíos en su campanario.

Según ha contado a este periódico el hermano mayor de la hermandad de San Diego, Antonio Sánchez Castillo, se intuye que los ladrones han debido utilizar algún tipo de maquinaria, "una grúa o camión pluma", afirma, para el descenso de las dos campanas, debido a su envergadura y gran peso. Estos hechos han sido denunciados ante la Guardia Civil este viernes y, de momento, no han sido aclarados.

El hermano mayor destaca que la ermita se encuentra alejada del pueblo, a unos cuatro kilómetros, por lo que "ningún vecino ha visto ni oído nada" y es una zona que, aunque los fines de semana sí puede congregar a más personas, los días de diario suele estar "bastante tranquilo". Una tranquilidad que habrían sabido aprovechar los ladrones para hacerse con las dos piezas de bronce cuyo transporte no debió ser tarea fácil. 

Los dos huecos donde deberían ir las dos campanas robadas.

Según el testimonio de Sánchez Castillo, las campanas habrían sido sustraídas entre el domingo de la semana pasada y este jueves, dado que la persona que se está encargando de acondicionar el terreno de cara a la celebración de la romería el próximo 1 de octubre no echó en falta las piezas hasta ayer. "Estuvo el domingo y todo se quedó en orden a su marcha. El jueves por la tarde vio que había escombros en la puerta de la iglesia y eso le hizo sospechar que algo había pasado. Al mirar hacia el campanario se encontró con el hueco de las dos campanas", detalla, al tiempo que indica que, personalmente, ha dado aviso a todas las chatarrerías de la zona por si van a deshacerse de ellas allí. "De momento no ha llegado a ninguna", apostilla.  

El robo ha sido denunciado públicamente por el Ayuntamiento de la localidad a través de sus canales oficiales, donde ha pedido colaboración ciudadana para intentar localizar los objetos. En las fotos compartidas se puede observar la gran brusquedad a la hora de sustraerlas, algo que ha afectado a la pared, donde el ladrillo ha quedado al descubierto.

"Pedimos la colaboración ciudadana para poder localizarlas, no podemos permitir esto. Hemos trasladado inmediatamente a la Guardia Civil el hecho para que inicien investigación lo antes posible", recoge literalmente el mensaje difundido por el Ayuntamiento en Facebook.

Más allá del valor económico, el hermano mayor de San Diego lamenta la pérdida de estas dos campanas por su gran valor sentimental para los vecinos de la localidad. Según apunta, fueron donadas en 1968 por dos vecinos, Diego y Lutgarda, cuyos nombres están grabados en cada uno de los objetos. Además, concreta que la ermita fue construida gracias a donaciones del pueblo. Por ello, el vínculo emocional que sienten los feligreses hacia este espacio y sus campanas es especial.

Las dos campanas robadas de la ermita de San Diego.

El pueblo está consternado. Nunca antes había sucedido nada igual y los vecinos han aprovechado también las redes sociales para condenar este acto vandálico con mensajes que acusan a los ladrones de "ultrajar la fé, la devoción y la cultura de los almensilleros y almensilleras". Otros usuarios de la red social los tachan de "miserables y descorazonados". "Mirad que se escuchan cosas pero esto es impensable, hasta donde puede llegar la mente para hacer esto, cuanta maldad!!", comenta otra vecina.