La romería de Valme transcurrió ayer sin incidentes destacados y con algo menos de público que en años anteriores, aunque se superaron los 200.000 peregrinos. La carreta de la Virgen de Valme llegó a su ermita en el Cortijo de Cuarto sobre las dos y media de la tarde, prácticamente con una hora de retraso sobre el horario previsto. Una vez en la ermita se celebró la misa. Mientras tanto, los alrededores fueron ocupados por las carretas y galeras, donde rápidamente se dispuso todo para el almuerzo y el descanso.

Sobre las cinco de la tarde se rezó el rosario y se cantó la Salve, para iniciar después el regreso a Dos Hermanas, donde estaba prevista la entrada pasadas las diez de la noche. Ni el servicio de emergencias del 112 ni la Policía tenían constancia de incidentes destacables al cierre de esta edición. En el dispositivo de seguridad han participado 700 efectivos, entre agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local de Dos Hermanas, y voluntarios de Cruz Roja y de Protección Civil.