El cardo y la colza, fuente de energía
Estudiar y analizar varias especies de cultivos, herbáceas y leñosas, como fuentes potenciales de biomasa para su posterior transformación en energía. Este es el principal objetivo de la Red Andaluza de Experimentación Agraria (RAEA), una herramienta del Instituto Andaluz de Investigación Agraria y Pesquera (IFAPA).
Desde el año 2006, el Ifapa viene apostando por el estudio del potencial de producción de biomasa con la creación de la RAEA de Cultivos Energéticos. Actualmente esta labor se centra en el estudio de las propiedades del cardo y la colza.
Para ello, el equipo de expertos del IFAPA ha instalado parcelas de demostración de sendas especies en tres centros Ifapa, uno de ellos en Carmona, Finca Tomejil. Los otros dos son el Rancho de la Merced, en Jerez de la Frontera, y Camino del Purchil, en Granada.
Esta nueva red también pretende estudiar la viabilidad económica de su uso en el territorio andaluz .
El coordinandor de las actividades de experimentación e investigación de la Finca Experimental Tomejil, Francisco Perea, añade que "como objetivos específicos, plantea conocer nuevas especies, potencialmente capaces de producir biomasa y dar respuesta a las necesidades actuales. Por otra parte, estudiamos la viabilidad económica de los cultivos energéticos".
PROYECTO ECOLÓGICO
El proyecto experimental surge de la necesidad de buscar nuevas fuentes de energías renovables, que minimicen las emisiones de gases de efecto invernadero y permitan la reducción del calentamiento global del planeta.
Francisco explica que el empleo de la biomasa como fuente energética convierte a Andalucía, y más concretamente a Sevilla (por la gran superficie de tierras de cultivos que posee) en una zona con buen potencial para el aprovechamiento de los cultivos energéticos. Del mismo modo añade que "es muy interesante avanzar, sobre todo, teniendo en cuenta el futuro incierto, tras la Reforma de la Política Agraria Comunitaria de 2003 y la simplificación de sus medidas en 2008, además del fluctuante mercado de los precios agrarios, derivados de un sector globalizado".
La puesta en marcha del proyecto ha contado con dos dificultades que se están intentando solventar. Por una parte, en Andalucía no existe ningún cultivo tradicional que pueda adaptarse rápidamente a un aprovechamiento energético de su biomasa. Por otro lado, se han tenido que enfrentar a la escasez de información de experiencias anteriores, tanto desde la iniciativa pública como privada.
PERSPECTIVAS DE FUTURO
Actualmente, el IFAPA y la Sociedad Andaluza de Valorización de la Biomasa pretenden poner en marcha un proyecto piloto de Investigación de Cultivos Energéticos para Biomasa en Andalucía.
Tal como explica Francisco "la idea es caracterizar un abanico de especies con interés energético, desde un punto de vista agronómico, económico, medioambiental y de aprovechamiento para la producción de energía".
Todo ello se pretende realizar mediante un modelo de colaboración flexible, basado en el esfuerzo de los sectores públicos y privados. De esta manera, se podría obtener información en condiciones reales de cultivo y aprovechar la experiencia con fines demostrativos.
Por otra parte, los resultados de la investigación de la RAEA de Cultivos Energéticos se harán públicos en una publicación coeditada con la Consejería de Agricultura y Pesca.
La intención de IFAPA es que en el libro se incluya el estudio de la rentabilidad económica y medioambiental de este tipo de cultivos con destino a biomasa.
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