Provincia

La elección directa de alcalde reforzaría al PP en la provincia

  • La formación sólo tuvo mayoría absoluta en siete de los 16 municipios en los que ganó en 2011 y en cuatro de ellos no está gobernando actualmente

Si la Ley Electoral obligase a que, en todos los casos, fuese la lista más votada en unas elecciones municipales la que gobierne en cada ayuntamiento, como parece que pretende Mariano Rajoy, el PP hubiera tenido un mandato mucho más tranquilo en la provincia de Sevilla, donde en 2011 obtuvo unos resultados históricos y se impuso como la lista más votada en 16 localidades. Pero sólo en menos de la mitad, en siete incluida la capital, logró mayoría absoluta suficiente como para poder gobernar sin el apoyo de otras fuerzas y estar exento de riesgos.

Su mayoría fue relativa en otras nueve poblaciones y en cuatro de éstas los pactos entre otros partidos -bien desde el inicio del mandato o a posteriori, mediante moción de censura-, han terminado dejándole fuera del gobierno, sin opciones de demostrar, como pretende, que puede ser alternativa para una provincia en la que tiene enormes dificultades para avanzar y hacerse el hueco acorde con su relevancia en el resto del país.

Así, de existir esa elección directa de alcaldes que, según ha adelantado la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se estudia junto a otras medidas para la "mejora democrática de las instituciones", el PP seguiría gobernando en el Ayuntamiento de Pilas, el que era uno de sus feudos, pero que perdió al no lograr la mayoría absoluta en 2011 y fraguarse un pacto entre el PSOE e IU, que luego se rompió.

Tampoco pudo acceder a la Alcaldía de Villanueva del Ariscal, donde se impuso por primera vez en votos, aunque empatando en ediles con el PSOE. Sus alcaldes sí llegaron a tomar posesión en Cantillana y Palomares del Río, donde fueron los más votados, pero en estos casos partidos de izquierda, PSOE e IU, entre otros, se han aliado para hacerse con el gobierno en mociones de censura.

Éstas no han llegado a plantearse formalmente, pero han planeado sobre otros municipios en los que el PP gobierna en minoría y no sin dificultad en muchos momentos, que se acrecentarán con seguridad ahora, cuando casi todas las fuerzas toman posiciones de cara a unos comicios para los que queda menos de un año. Ha ocurrido en Carmona y en Guadalcanal, especialmente, aunque también gobiernan en minoría o con pactos los alcaldes del PP de Bormujos, Écija y Mairena del Aljarafe.

El PP sólo tiene mayoría absoluta en Almadén de la Plata, Bollullos de la Mitación, Burguillos, Gelves (en estos dos casos la obtuvo por primera vez, en 2011), Espartinas, Tomares y la ciudad de Sevilla.

Aunque las elecciones municipales se suelen regir por factores distintos a las autonómicas y generales (en muchos casos se conoce personalmente al candidato y su trayectoria es lo que más se tiene en cuenta); lo cierto es que el PP obtuvo esos resultados históricos en la provincia de Sevilla cuando los alcaldes que le precedieron recibieron en las urnas el castigo por los primeros años de recesión a nivel local y el PP estaba en claro ascenso, que se plasmó ese mismo año en la mayoría absoluta de Rajoy en Madrid. Ahora, tras años de recortes y de forzados ajustes, el PP podría pagar también con un retroceso en esos resultados. O podría darse el caso de que despuntara en nuevos municipios, en los que gobiernan ahora el PSOE o IU, pero, como le pasó a Javier Arenas en las autonómicas de 2012, tenga claro que será difícil que se haga con el gobierno sin la mayoría absoluta.

Pese a todo ello, hay que dejar claro que no siempre el PP sale perjudicado de una ley que permite que fuerzas que no han sido las más votadas se pongan de acuerdo para nombrar a un alcalde. También se ha beneficiado en algunos casos. En Herrera gobierna con cinco ediles y el apoyo de dos de IU, a pesar de que la lista más votada fue el PSOE, con seis. Un acuerdo con el PA le permitió también en 2011 hacerse con la Alcaldía de Benacazón, que perdió después. Su candidato se vio obligado a dimitir tras no mantener el consenso mínimo para aprobar las medidas de ajuste y perder una moción de confianza.

Aunque no ocupa la Alcaldía, el PP participa además con otras fuerzas en gobiernos municipales en los que no es la lista más votada la que está en la Alcaldía. Ha ocurrido en Utrera, donde ha facilitado que el PA siga al frente del tercer mayor municipio de la provincia, a pesar de que ya no logró la mayoría absoluta: el PSOE fue la lista más votada. En La Roda, donde ganó el PSOE, el PP ha hecho posible que gobierne un alcalde de IU. En Coria, participó con el PA, IU y un edil independiente en la moción de censura. Igualmente, apoyó a IU en la moción de censura contra el PSOE en El Saucejo.

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