Las víctimas del triple crimen de Dos Hermanas (el matrimonio y su hija) recibirán sepultura en Ávila, ciudad castellana de la que eran naturales. El sepelio de Donato B.S., de 64 años; su esposa Angela T.S., de 62, y María Inmaculada B.T, de 36 años, tendrá lugar una vez que los forenses del Instituto Anatómico de la capital sevillana terminen de practicar las autopsias a los cadáveres. Ésa es la intención de la familia expresada al Ayuntamiento de Dos Hermanas: que el entierro no sea en el municipio nazareno donde vívían desde hace más de 30 años.

El concejal de Movilidad y Prevención, Antonio Morán, explicó que aún se desconoce la fecha en la que podrá realizarse el traslado de los cadáveres a su tierra natal.

El presunto asesino aún no había pasado ayer a disposición judicial, pero se espera que lo haga el lunes, cuando se cumple el plazo de 72 horas. Dos Hermanas vivió ayer un día de duelo tras la detención del vecino Luis Miguel Briz Torrico, de 33 años, que mató a puñaladas a sus padres y a su hermana y se entregó en los juzgados. El Ayuntamiento mantendrá las banderas a media asta hasta que sean enterrados los cuerpos de las víctimas. El equipo de gobierno que dirige el socialista Francisco Toscano indicó que no tiene a quien trasladar personalmente las condolencias porque el único familiar vivo de las víctimas que reside en Dos Hermanas es el presunto autor de sus muertes, que ya está disposición de la Policía.

Según el alcalde, Luis Miguel tiene un coeficiente intelectual elevado y ha estudiado varias carreras universitarias y, de hecho, seguía estudiando el posgrado de una de ellas.

Todo apunta a que Luis Miguel padece algún trastorno genético de tipo psíquico porque lo padecen más miembros de la familia, según la información de la que dispone el alcalde de Dos Hermanas.

Se trata de una familia de nivel económico medio-alto y habían tenido un negocio textil en Dos Hermanas, aunque actualmente está cerrado, y el padre creó una empresa constructora, mientras la hermana era abogada. Residían en una casa del centro de Dos Hermanas, en la calle San José. El padre se encontraba ya jubilado después de haberse dedicado a actividades comerciales en la localidad.