El médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla que examinó el cadáver de María del Carmen Mejías, la vecina de Guillena que fue asesinada en un paraje de Coria del Río, ha confirmado este jueves en el juicio que se sigue contra su vecino Moisés Rodríguez Rodríguez, el Canario, que la víctima tenía tres fuertes golpes en la cabeza.

El forense ha explicado que dos de estos golpes fueron propinados en la parte posterior del cráneo y eran compatibles con el palo que fue hallado a unos 15 metros del cuerpo y que tenía restos de su sangre y cabellos, mientras que el tercer golpe, que no había sido detectado a simple vista, lo tenía en la frente.

Según el especialista, la mujer fue atacada desde una posición lateral o posterior, lo que implica que no pudo ver la intención de su agresor, algo que concuerda asimismo con el hecho de que no presentara lesiones de defensa en los brazos. El testimonio del forense corrobora las alegaciones de la Fiscalía y de la acusación particular respecto a que el presunto asesino la atacó por la espalda, sorprendiendo a la víctima y sin que ésta tuviera oportunidad de defenderse.

En la sesión de hoy también han comparecido varios policías nacionales que participaron en la inspección ocular y el levantamiento del cadáver el 6 de septiembre de 2014 en el paraje Cascajeras de Coria del Río. Los agentes, que han rendido testimonio en calidad de peritos, explicaron que el cuerpo de la fallecida estaba en avanzado estado de descomposición y precisaron que a su lado localizaron unas gafas de sol con una gota de sangre, y a unos 15 metros el palo de madera con la que fue supuestamente golpeada, que tenía restos de sangre y cabellos de la mujer. Uno de los agentes precisó que la mayor cantidad de sangre estaba en una especie de codo de ese palo de madera.

La Policía también intervino unos vaqueros, con una “mancha rojiza”, en la vivienda del acusado, y halló igualmente restos de sangre en el vehículo, si bien no se pudo sacar ADN de los mismos. Uno de los agentes ha explicado que, al aplicar el reactivo luminol, en el coche del acusado, esta sustancia dio positivo en cinco zonas del vehículo, como la parte inferior de la puerta del conductor, la palanca de cambios, la puerta del copiloto y el maletero. A los agentes les “llamó la atención” el hecho de que se había cambiado recientemente la alfombrilla de la zona de los pies de la parte del conductor. Además, en una de sus primeras declaraciones, el acusado reconoció que venía de lavar su vehículo.

El juicio contra Moisés Rodríguez Rodríguez continuará mañana con el visionado del vídeo de la reconstrucción judicial en la que confiesa el crimen, si bien en el acto del juicio se ha acogido a su derecho a no declarar, y a continuación la Fiscalía y las demás partes expondrán ante el jurado sus informes finales de conclusiones. Después, el jurado recibirá el objeto del veredicto, las preguntas que deben responder y motivar para declarar culpable o inocente al acusado, aunque la entrega del mismo no se realizará hasta el próximo lunes para evitar que tengan que estar incomunicados durante todo el fin de semana.

La Fiscalía de Sevilla reclama una condena de 21 años de cárcel para el Canario por un delito de asesinato y otro de estafa, y considera que Moisés Rodríguez se sentía “acosado y asfixiado por el comportamiento de María del Carmen y ante el temor de que ésta pudiera llegar a provocar el fin de su recién iniciada relación sentimental, decidió poner fin a la vida de María del Carmen”. Al día siguiente de abandonarla en el paraje, el acusado sacó 470 euros del banco con la tarjeta de la víctima.