Un largo fin de semana para descubrir
A fondo
Ocio. El puente de la Inmaculada es una buena excusa para conocer auténticos tesoros patrimoniales que guardan los municipios sevillanos. Hay opciones para todas las edades, situaciones y gustos dentro de la amplia oferta turística. Destacan las rutas de senderismo, las ferias de dulces navideños y las visitas guiadas para toda la familia.
Para ser explorador no hace falta lanzarse a tierras desconocidas, ni viajar a otros continentes. Sin salir de la provincia se pueden encontrar alternativas para todo tipo de viajeros. Hay mucha Sevilla que descubrir...por los propios sevillanos. Naturaleza, cultura, patrimonio industrial, costumbres o, simplemente, cambiar de rutina, están al alcance de la mano. Un largo fin de semana como el que comienza hoy es una magnífica oportunidad para lanzarse a la caza de estos tesoros ocultos.
Incluso en los destinos típicos como Écija, Carmona, Estepa, Osuna o Alcalá de Guadaíra hay rincones desconocidos. En Écija hay una explosión del barroco con el mercado que se celebra este puente, una excusa perfecta para conocer la ciudad de las torres y los caballos. Como no podía ser de otro modo, del 6 al 8 se han programado rutas en coche de caballos por la campiña sevillana. Las salidas son desde el Palacio de Benamejí , a través de la oficina municipal de Turismo. Además, por primera vez mañana, de 11:55 a 12:00, las once torres y doce espadañas tocarán al unísono como muestra del principal exponente del legado barroco y como víspera de la Inmaculada.
Precisamente, en Fuentes de Andalucía se encuentra el Centro de interpretación del Barroco, un estilo que en el municipio fontaniego adquiere un carácter peculiar y que ha sido estudiado internacionalmente.
Pero en la provincia también hay un lugar para los que quieren seguir las aventuras de personajes que pasean entre la leyenda y la historia, como José María Tempranillo. Badolatosa y parte de la Sierra Sur forman parte de una ruta en la que los visitantes vivirán lo mismo que los viajeros románticos que atravesaron Andalucía como Washington Irving. Aquí es visita obligada el Mirador del Genil, situado en la frontera entre Sevilla y Córdoba. Desde él se contemplan dos meandros del río. Allí mismo se encuentran los embalses de Cordobilla y Malpasillo, con una rica fauna y flora.
Además, ya más actual, en Casariche pueden visitar zonas como El Cortijo de La Algaidilla y los paisajes situados entre Casariche y La Roda de Andalucía. El cortijo es un conjunto de edificios datados de 1857 que aún se mantiene en pie. En su interior existe una casa rural compuesta por dos viviendas independientes e idénticas.
Pero no es la única localización cinematográfica reciente de la provincia. La última, Isla Mínima, de Alberto Rodríguez, en las marismas del Bajo Guadalquivir. Aunque no hacen falta excusas para disfrutar del preparque de Doñana. La oferta verde sigue con los monumentos naturales, una buena opción para los amantes del senderismo como el Cerro del Hierro y su paisaje kárstico, casi espacial, o las cascadas del Huéznar, ambos en la Sierra Norte. También se esconden tesoros curiosos como el Chaparro de la Vega, una encina con más de 700 años y un diámetro de copa de 23 metros.
También hay tiempo para el patrimonio industrial. El pasado minero de Villanueva del Río y Minas, con una curiosa torre del Pozo Número 5 con cabria y castillete que domina todo el pueblo. Durante muchos años, la explotación de Minas la Reunión fue el ejemplo de la industria minera en España. La importancia de sus edificaciones la hizo merecedora de la declaración de Conjunto Histórico en 1998.
Otro referente del turismo industrial es el Museo de la Cal de Morón de la Frontera, donde guiados por caleros se conoce de primera mano el proceso de elaboración artesanal de la cal. Todo ello con visitas a los hornos y explicaciones sobre la tierra cruda, la tecnología del sílice, las pinturas al fresco, etc.
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