La Consejería para la Igualdad y Bienestar Social estima que el edificio que sustituirá a la actual Residencia Asistida de Mayores de Montequinto, en cuya licitación y adjudicación de obras se está trabajando en estos momentos, estará terminado en el año 2013.

Según han informado a Europa Press fuentes de este departamento que dirige Micaela Navarro, los trabajos para la construcción de la nueva residencia tendrán lugar en los terrenos que el Ayuntamiento de Dos Hermanas cedió "de forma totalmente gratuita" a la Junta para tal fin. Pero hasta que el edificio nuevo esté terminado en 2013, tanto los ancianos como los empleados deberán mudarse a otras residencias, en un plazo aproximado de un par de meses, porque donde ahora viven y trabajan "no está en condiciones".

Pese a que diversos colectivos sociales y ciudadanos han pedido la rehabilitación de la Residencia Asistida de Mayores de Montequinto, Igualdad cree que, en las actuales condiciones, no merece la pena "seguir invirtiendo dinero en un edificio que, cuanto más se le echa, más necesita". Por ello, construirá una residencia de nueva planta en la misma localidad y, mientras duran las obras, recolocará a los mayores (184) y a los empleados (245) en las otras de titularidad pública que existen en Sevilla y provincia.

"Y no se perderá ni una sola plaza de residencia ni ningún puesto de trabajo", insisten desde la Consejería de Igualdad tras explicar que los ancianos serán derivados de aquí a un par de meses bien a otra residencia que existe en Dos Hermanas, bien a una que está situada en el barrio sevillano de Heliópolis o, como tercera opción, a una de Marchena, "ya que todos no caben en la de Dos Hermanas".

Eso sí, la Junta aclara que "si hay alguien que no quiere que su familiar vaya a alguna de estas dos residencias, pues (los mayores) podrán ir a alguna de las residencias que la Junta tiene concertadas y que también se pagan con dinero público, así de sencillo". También los trabajadores serán distribuidos entre estas tres residencia, ya que es imposible mantenerlos a todos en un mismo lugar. No creen lo mismo algunos empleados, familiares o colectivos sociales, como el 15M, que rechazan estos traslados.